MÉXICO.
(RT)- El resultado de la necropsia realizada al niño, de siete años, que murió hace unos días en el estado mexicano de Oaxaca confirmó que el pequeño se contagió de rabia tras ser mordido por un murciélago.
«Es rabia, la variante V3, que pertenece a una especie de murciélago que es hematófago, es decir, que come sangre», informó el lunes Gabriel García, director general de Epidemiología del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (INDRE).
En conferencia de prensa, el experto explicó que el caso se validó a partir de una muestra tomada al menor que fue analizada mediante dos métodos: inmunofluorescencia y fenotipado.
El pasado 24 de diciembre, las autoridades de Salud de Oaxaca notificaron que tres hermanos de la comunidad de Palo Alto, una de las más pobres de la Sierra Sur, habían sido ingresados en el hospital general estatal por un cuadro de presunta rabia.
Cuatro días después, uno de los pequeños falleció, mientras que su hermana mayor, de 8 años, fue declarada con muerte cerebral. Por su parte, la más pequeña de los hermanos, una niña de 2 años, fue dada alta tras no presentar ningún síntoma del padecimiento.
Los hermanos fueron atacados por murciélagos el 1 de diciembre. Las autoridades investigan si la deficitaria situación del sistema de Salud de su localidad influyó en el avance de la enfermedad y, por tanto, si esta pudo prevenirse.
Investigación y acciones en torno al caso
Durante la conferencia, la secretaria de Medio Ambiente de Oaxaca, Karime Unda Harp, señaló que la dependencia contactó a un especialista en murciélagos para investigar la conducta de este animal, ya que no es frecuente que ataque directamente a los humanos.
«El 99 % de los casos que se producen de rabia en humanos es principalmente por animales domésticos como gatos y perros, el 1 % es por animales silvestres», detalló la funcionaria.
Además, descartó que los residentes de la comunidad de Palo Alto se encuentren en riesgo de contraer el padecimiento, ya que un murciélago infectado con el virus puede sobrevivir un máximo dos meses, por lo que es probable que los animales enfermos ya hayan muerto.
No obstante, para garantizar la salud de la población, el Gobierno de Oaxaca emprenderá una campaña para vacunar al ganado bovino y equino, a pesar de que la rabia en estas especies está controlada desde 1960, según informó Víctor López Leyva, secretario de Fomento Agroalimentario y Desarrollo Rural.
«Lo que se está haciendo es controlar, atender, trabajar. Ya visitamos a la comunidad, ya se platicó con la familia. Las acciones están y lo que se trata es evitar que se repita otro hecho similar», agregó.
Actualmente, los familiares de los menores se encuentran a la espera de los resultados de laboratorio que confirmen el cuadro de la menor de 8 años, que continúa hospitalizada.