- La legisladora estadounidense afirma que el CNE ya tiene las actas y exige un conteo transparente para evitar caos y manipulación en el proceso electoral
TEGUCIGALPA, HONDURAS. –
La congresista María Elvira Salazar, del Partido Republicano de Estados Unidos se pronunció sobre el proceso electoral hondureño y lanzó una advertencia contundente: desconocer los resultados emanados de las urnas constituiría un ataque directo contra la democracia y la voluntad popular expresada por los ciudadanos.
A través de un mensaje público, la legisladora sostuvo que el pueblo hondureño ya se manifestó de manera clara y contundente en las elecciones generales, dejando en evidencia —según su criterio— un rechazo a la continuidad del proyecto político liderado por la familia Zelaya y al socialismo promovido por el Partido Libertad y Refundación (Libre).
“El pueblo hondureño ya habló, y su mensaje fue claro: Honduras no quiere a los Zelaya ni al socialismo de Libre. La voluntad popular se expresó en las urnas y debe ser respetada”, expresó.
La congresista enfatizó que el Consejo Nacional Electoral (CNE) ya dispone de las actas electorales, por lo que insistió en que el único paso pendiente es realizar un conteo riguroso, transparente y apegado a la ley, sin interferencias políticas ni presiones externas.
“El CNE ya cuenta con las actas; lo único que corresponde ahora es un conteo riguroso y transparente para evitar el caos y cualquier intento de manipulación”, reiteró.
Asimismo, advirtió que desconocer o alterar los resultados oficiales no solo socavaría la institucionalidad democrática de Honduras, sino que también generaría inestabilidad política y social en un momento clave para el país.
El pronunciamiento de la congresista republicana se suma a una creciente serie de reacciones internacionales que observan con atención el desarrollo del proceso postelectoral hondureño, en medio de llamados reiterados a respetar la voluntad popular, garantizar la transparencia del escrutinio y preservar el orden democrático.
Sus declaraciones refuerzan la presión internacional para que las autoridades electorales hondureñas concluyan el proceso con apego estricto a la ley y aseguren una transición política basada en resultados verificables y legítimos.








