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jueves, septiembre 4, 2025
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Congreso Nacional queda a oscuras: Redondo suspende sesión por supuestas fallas eléctricas

  • La jornada parlamentaria convocada para este miércoles se interrumpió sin iniciar, entre sospechas de maniobra política y fuertes críticas de la oposición que acusan al presidente del Legislativo de manipular las sesiones a conveniencia.

TEGUCIGALPA, HONDURAS.

El Congreso Nacional de Honduras vivió este 3 de septiembre un episodio insólito: la sesión ordinaria convocada para las 11:00 de la mañana no pudo celebrarse debido a lo que se calificó oficialmente como “fallas en el sistema eléctrico”.

El hemiciclo quedó literalmente a oscuras. Diputados permanecieron entre murmullos y penumbra en sus curules, hasta que el presidente del Legislativo, Luis Redondo, decidió suspender la jornada de manera inmediata.

Críticas desde la oposición

Mientras el Congreso difundía un comunicado en el que atribuía la suspensión a problemas técnicos, desde la oposición no tardaron en levantar sospechas sobre un trasfondo político.

La diputada liberal Iroskha Elvir arremetió en sus redes sociales: “Imaginemos qué ley pretende aprobar el dictador del Congreso, y como no tiene los votos, prefiere hacer esta bajeza. Con luz, sin luz, como quieran, es para afuera que van”.

Por su parte, la diputada y médica Suyapa Figueroa ironizó sobre la situación: “Se fue la energía eléctrica. La luz no se pudo haber ido porque en este periodo nunca estuvo, o la apagaron estos necios incapaces que dirigen el CN”.

Entre dudas y desconfianza

Aunque el Congreso aseguró que trabaja en el restablecimiento del sistema y que la sesión será convocada nuevamente a través de los medios oficiales, el episodio generó alarma y suspicacia entre la población.

El apagón en el hemiciclo ocurre en un contexto de desconfianza hacia la gestión de Luis Redondo, a quien sectores opositores acusan de manipular los tiempos y las votaciones para favorecer la agenda de Libertad y Refundación (Libre).

Para críticos, la falta de transparencia y los continuos retrasos en la actividad legislativa refuerzan la percepción de un Congreso que opera más entre sombras que a la luz pública.

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