Tras seis intentos fallidos, el Pleno del CNE logra reunirse y acuerda priorizar decisiones de consenso para rescatar la confianza en el proceso electoral.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Después de semanas de tensiones internas, señalamientos cruzados y un calendario electoral en riesgo, los tres consejeros propietarios del Consejo Nacional Electoral (CNE) finalmente se reunieron en pleno.
El encuentro ha sido calificado como un avance significativo por distintos sectores políticos, sociales y ciudadanos, que veían con preocupación el prolongado estancamiento en una de las instituciones clave del sistema democrático hondureño.
La presidenta del CNE, Cossette López, destacó el espíritu de consenso alcanzado en esta reunión con sus colegas Ana Paola Hall y Marlon Ochoa.
Según explicó, el nuevo enfoque apunta a construir decisiones técnicas y objetivas, dejando de lado intereses individuales o partidarios.
“No se trata de que prevalezca el criterio de uno u otro, sino que debemos trabajar en conjunto para ofrecer un escenario que genere confianza en el proceso, sobre todo entre la población hondureña”, manifestó López ante medios de comunicación.
Este acuerdo marca un punto de inflexión luego de al menos seis convocatorias fallidas a sesión de pleno.
Durante ese período, el CNE se había visto envuelto en disputas internas que provocaron retrasos en el cronograma electoral y aumentaron la incertidumbre sobre los comicios generales programados para el próximo 30 de noviembre.
“Lo positivo es que retomaron el diálogo”
El analista político Héctor Soto valoró positivamente la reactivación del diálogo institucional.
A su juicio, más allá de las diferencias, los consejeros han dado un primer paso para reducir la polarización que amenazaba con comprometer la legitimidad del proceso electoral.
“Esto es positivo, porque primero se retomó el pleno; también se habla de diálogo político y estamos viendo que esas posturas inflexibles ya han cambiado. Hoy los tres consejeros están llamando a una reflexión y apertura”, opinó Soto.
Sin embargo, advirtió que este avance llega tarde, considerando que quedan poco más de 120 días para las elecciones generales.
“Todos queremos elecciones, lo que está en duda es la calidad de las elecciones. El TREP no está muerto, pero urge mayor voluntad para tomar decisiones de fondo”, agregó.
Calendario en riesgo
La crisis institucional dentro del CNE ha sido motivo de alerta, tanto a nivel nacional como internacional. El pasado 10 de julio, la presidenta López lanzó una advertencia contundente en sus redes sociales: “Las elecciones del 30 de noviembre están en grave riesgo. ¿Cuántas señales más necesitamos para abrir los ojos?”, escribió.
En ese mensaje, recordó que ya había advertido previamente que no existían condiciones reales para garantizar los comicios, lo que generó críticas en su momento. “Hoy, los hechos me dan la razón”, enfatizó.
El estancamiento también impactó la aprobación de procesos técnicos claves para la implementación del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), un elemento que genera confianza en la transparencia del escrutinio.
Renuncia de Hall y tensiones en el Congreso
La reunión del pleno del CNE también ocurre en medio de un proceso político aún no resuelto: la renuncia condicionada de la consejera Ana Paola Hall, presentada recientemente ante la Secretaría del Congreso Nacional.
Para que esta sea efectiva, se necesita una mayoría calificada de 86 votos, un número que el Partido Libertad y Refundación (Libre) no está dispuesto a respaldar por ahora.
La diputada liberal Maribel Espinoza se refirió al tema con mesura. Si bien saludó que Libre haya permitido el desarrollo de esta sesión del pleno, advirtió que su bancada no permitirá “extorsiones políticas”.
“Felicito al Partido Libre porque ha desbloqueado las sesiones en el CNE, ese es un buen paso, un buen mensaje. Pero también esperamos que no se bloquee la sustitución de Ana Paola Hall por Jhosy Toscano”, expresó la congresista.
Espinoza calificó este gesto como “un gran paso del oficialismo”, pero insistió en que el diálogo debe mantenerse libre de cálculos políticos.
Aún hay mucho por hacer
Aunque esta reunión no soluciona todos los problemas del CNE, sí representa un primer paso para rescatar su legitimidad. Sectores sociales, observadores internacionales y ciudadanía en general esperan que este consenso se traduzca en decisiones concretas que garanticen un proceso electoral transparente, técnico y confiable.
Por ahora, el tiempo corre, y con solo cuatro meses para organizar unas elecciones clave para el futuro político del país, el mensaje desde el CNE ha sido claro: el diálogo no es opcional, es urgente.