La presidenta del órgano electoral advierte una “crisis profunda de legalidad” y un intento deliberado de desmantelar la institucionalidad democrática en Honduras.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
En medio de crecientes tensiones políticas y señales de deterioro institucional, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, denunció este miércoles que enfrenta amenazas directas contra su vida y libertad, y confirmó que ha contemplado la posibilidad de renunciar ante la falta de garantías legales y democráticas.
“Es insostenible continuar trabajando en el CNE en un ambiente sin garantías legales ni democráticas. A pesar de las amenazas directas contra mi vida y mi libertad, he permanecido firme en mi compromiso con la ley, el proceso electoral y la democracia. Pero hoy, la amenaza ya no es solo institucional: es personal”, advirtió López.
Consultada sobre si ha considerado su dimisión, fue tajante: “Por supuesto. Esto no es vida. Lo digo porque hay amenazas contra nosotros. Yo no suelo verbalizarlo, ni redacté seis páginas para victimizarme, pero esto no es vida y ocurre en el absoluto desamparo institucional”, declaró con visible preocupación.
López aseguró que las amenazas no solo atentan contra su integridad, sino que también representan un riesgo directo para la institucionalidad electoral del país.
“Mi vida y mi libertad están amenazadas. No necesito llevar pruebas a nadie, está ocurriendo a la vista de todos. Todos estamos en peligro. Dios con nosotros, porque en este desamparo debemos mantenernos unidos en oración, pero también en una lucha contundente por nuestros valores democráticos”, expresó.
La presidenta del CNE también denunció una ruptura del diálogo interno dentro del organismo y exigió que se recupere la formalidad en la toma de decisiones. Según relató, recientemente fue excluida de comunicaciones institucionales clave.
“Eso me pasó el sábado: nunca me contestaron y luego la información apareció públicamente. También les pido que llevemos nuestras posiciones técnicas, porque si no, no vamos a avanzar”, lamentó.
En un mensaje directo a los actores políticos, López alertó sobre lo que considera un intento sistemático de socavar la democracia desde dentro del Estado.
“Lo que está ocurriendo hoy es una amenaza de desmantelar al CNE. Hay una intención y persistencia de destruir la institucionalidad”, enfatizó, señalando que su situación personal refleja la vulnerabilidad con la que hoy operan los órganos electorales.
Pese a este escenario adverso, la funcionaria aseguró que continuará cumpliendo con su rol mientras la ley se lo permita.
“Pero aquí estamos”, concluyó con firmeza, dejando claro su compromiso con el país y con el proceso electoral del 30 de noviembre, al que calificó como clave para preservar la democracia en Honduras.