• La consejera asegura estar en pleno uso de su libertad y acusa a Ochoa de difamación, hostigamiento y manipulación en medio de la crisis postelectoral
TEGUCIGALPA, HONDURAS. –
Las tensiones en el Consejo Nacional Electoral (CNE) escalaron este día luego de que el consejero Marlon Ochoa afirmara públicamente que dos de sus colegas del Pleno —Ana Paola Hall y Cossette López — han permanecido ausentes de forma presencial por más de diez días, participando únicamente mediante audios, situación que —según él— podría obedecer a una eventual coacción desde una embajada extranjera en Tegucigalpa.
Ochoa sostuvo que dicha circunstancia profundiza la crisis institucional del órgano electoral y expresó dudas sobre la autenticidad de los mensajes que ambas funcionarias han difundido en redes sociales.
“No sabemos si los mensajes que publican los redactan ellas o si les obligan a hacerlo”, declaró, al tiempo que exigió a autoridades nacionales e internacionales verificar su paradero y constatar su integridad física.
Respuesta frontal de Cossette López
Ante esas declaraciones, la consejera Cossette López reaccionó con dureza y rechazó categóricamente cualquier insinuación de secuestro, coacción o amenaza en su contra.
En un extenso pronunciamiento, calificó la postura de Ochoa como una “actuación” y una muestra de hipocresía.
“Qué curioso que alguien que me ha hecho la vida imposible desde que lo conozco, que ataca mi honor, a mi hija y a mi familia, que me fabrica pruebas y me levanta denuncias falsas, ahora actúe ‘preocupado’ por mí”, expresó López, al tiempo que acusó a Ochoa y a su entorno de difamación y hostigamiento constante.
La funcionaria también recordó un incidente ocurrido en el INFOP donde —según relató— intentaron encerrarla “a la fuerza y con violencia” durante un episodio relacionado con los biométricos de ingreso aún no regularizados.
A su juicio, las actuales acusaciones constituyen una manipulación que incluso involucra, de forma irresponsable, a embajadores acreditados en el país.
Señalamientos por hostigamiento y proceso judicial
López denunció además un presunto asedio institucional contra su equipo de trabajo y reveló que interpuso una querella por difamación contra Ochoa.
Según afirmó, una audiencia en la Corte Suprema de Justicia fue reprogramada “de oficio”, lo que —a su criterio— le impidió responder oportunamente a dichas acusaciones.
“Ahí me hubiera visto”, afirmó, al sostener que existe una estrategia sistemática para desacreditarla y presionarla.
En un mensaje directo a los medios de comunicación, pidió no prestar atención a lo que calificó como declaraciones de un “charlatán”, a quien describió como desquiciado y peligroso para quienes comparten mesa de trabajo con él.
“Estoy bien y sigo trabajando”, afirma López
Finalmente, la consejera fue enfática al asegurar que no se encuentra bajo amenazas ni amedrentamientos, y que conserva plenamente su voluntad, lucidez y libertad de decisión.
“Como funcionaria les aseguro que estoy bien. Quien me violenta está lejos de mí”, subrayó, al tiempo que afirmó tener ánimo y energía para continuar trabajando y defendiendo —según dijo— la libertad y la democracia.
El cruce de acusaciones deja en evidencia la profunda fractura interna en el Consejo Nacional Electoral, en un momento crítico del proceso electoral, mientras crece la incertidumbre sobre la gobernabilidad del órgano y la credibilidad de sus decisiones ante la ciudadanía.
