- Al menos 10 miembros del PDC aseguran haber recibido advertencias sobre un presunto manejo ilícito de credenciales y deciden mantenerlas bajo resguardo en el CNE.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El Partido Demócrata Cristiano de Honduras (DC) enfrenta una nueva turbulencia interna a pocos días de las elecciones generales del 30 de noviembre. Al menos diez miembros propietarios y suplentes del Directorio Nacional determinaron que no retirarán las credenciales electorales asignadas al partido por el Consejo Nacional Electoral (CNE), alegando denuncias de un presunto “tráfico masivo” de estos documentos en diferentes regiones del país.
La decisión fue formalizada en un comunicado firmado por Elsa Vargas Gonzáles, Esteban Pineda, Ana Lizeth Méndez Vargas, Angélica Martín, Karen Guandique, Marvin Fernando Paz, Felícito Ávila Ordóñez, Santos Humberto Hernández, Celestino Argueta y Lilian Cerpas. En el documento, los firmantes aseguran haber recibido múltiples advertencias de militantes y presuntos militantes sobre una estructura que estaría comprometiendo las credenciales del partido.
Denuncias crecientes tras crear comisión especial
El comunicado detalla que el 1 de noviembre de 2025, durante una sesión ordinaria, el Directorio Nacional nombró una Comisión Especial para manejar y distribuir las credenciales de los representantes demócrata cristianos en las Juntas Receptoras de Votos (JRV). La medida buscaba ordenar el proceso, pero provocó inmediatamente una ola de reacciones airadas, insultos y amenazas por parte de sectores internos.
“La Comisión Especial ha recibido numerosas advertencias de parte de viejos y nuevos militantes sobre un presunto y masivo tráfico ilegal de credenciales en casi todo el país”, señala el documento. Aunque la denuncia no aporta pruebas concluyentes y no acusa directamente a personas específicas, los firmantes aseguran que la credibilidad de las fuentes y algunas verificaciones internas dan sustento a las alarmas.
Una decisión por razones “morales, éticas y políticas”
El directorio sostiene que facilitar cualquier irregularidad relacionada con credenciales sería “inadmisible desde el punto de vista moral, ético y político”. En ese sentido, determinaron que la única manera de evitar que las credenciales presuntamente comprometidas circulen fuera de control es mantenerlas bajo resguardo y no retirarlas del CNE.
La medida, aseguran, busca proteger la integridad del proceso electoral y evitar que el partido se vea involucrado en delitos electorales. “La DC no debe prestarse, bajo ninguna circunstancia, a avalar este tipo de delito”, subraya el comunicado.
Un golpe a la estructura electoral de la DC
La decisión llega en un momento clave, cuando los partidos afinan la organización de sus representantes en las JRV, pieza fundamental para la vigilancia del voto y de la transmisión de resultados.
Si la Democracia Cristiana no retira ni distribuye sus credenciales, corre el riesgo de verse sin presencia en buena parte de las mesas el día de los comicios, afectando su capacidad de fiscalización y defensa del voto.
Además, el episodio expone el nivel de fractura interna dentro de uno de los partidos más antiguos del país y lanza nuevas señales de preocupación sobre la integridad del proceso electoral hondureño, ya marcado por tensiones, acusaciones cruzadas y dudas sobre la transparencia.
El comunicado concluye reiterando que el partido actuará con responsabilidad y que cualquier irregularidad detectada será reportada a las instancias correspondientes.














