- La imprenta acusa al codirector Allan Alvarenga de frenar la entrega del material electoral de Francisco Morazán, mientras el funcionario de Libre niega motivaciones políticas y atribuye el retraso a razones técnicas de almacenamiento.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Una nueva controversia sacude al Consejo Nacional Electoral (CNE) a menos de tres semanas de los comicios generales. La empresa LITHOPRESS —encargada de imprimir las papeletas electorales del departamento de Francisco Morazán— denunció un bloqueo político en la entrega del material, señalando directamente al codirector Allan Alvarenga, representante de Libre.
La situación amenaza con agravar los ya estrechos tiempos logísticos del proceso electoral.
En una carta remitida el 12 de noviembre a los tres codirectores del CNE, la gerente general de LITHOPRESS, Sandra Molina Mejía, informó que la empresa concluyó desde el 5 de noviembre la impresión y empaque de las papeletas presidenciales, legislativas y municipales.
Sin embargo, asegura que no han podido trasladarlas al Centro Logístico Electoral (CLE) porque Alvarenga estaría bloqueando su recepción sin justificación.
Acusan “conducta errática” y bloqueo político
La empresa sostiene que el codirector de Libre ha mostrado una “conducta errática”, explicando que “un día firma una cosa y al siguiente argumenta no saber lo que firmó”. LITHOPRESS atribuyó esa actitud a la “burocracia oficial” y advirtió que el retraso se ha vuelto incompatible con el cumplimiento de los plazos electorales.
En uno de los señalamientos más fuertes, la imprenta denunció que detrás de la obstrucción existe una “sinuosa intención político-sectaria”, insinuando que la dilación podría buscar afectar al expresidente Carlos Roberto Flores, figura históricamente vinculada a la empresa.
La compañía también explicó que, para evitar “maliciosas insinuaciones de favoritismo”, no moverá las papeletas hasta recibir una orden formal y escrita del CNE, por lo que mantendrá el material bajo custodia propia.
Libre responde: “No hay bloqueo, hay orden logístico”
Horas después de la denuncia, el codirector electoral Allan Alvarenga emitió una carta dirigida a la gerente de LITHOPRESS, rechazando las acusaciones y asegurando que el CNE ya había aprobado, por unanimidad, el orden de despacho de las maletas electorales mediante la Certificación 2142-2025.
Según ese documento, Francisco Morazán debe ser el último departamento en despacharse debido a su cercanía con el Centro Logístico.
Alvarenga argumentó que recibir ahora las 830 cajas con papeletas implicaría ocupar 415 metros cuadrados de almacenamiento, espacio que —aseguró— es necesario para organizar previamente los envíos a los demás departamentos del país.
Modificar ese orden a solo 18 días de las elecciones, advirtió, podría “afectar la maquila en la bodega electoral, la configuración de los dispositivos biométricos y los tiempos del proceso logístico”, generando riesgos operativos que comprometerían el calendario electoral.
Libre se deslinda de motivaciones políticas
En respuesta directa a las acusaciones, Alvarenga afirmó no tener “motivaciones políticas o personales” contra el expresidente Flores, y sostuvo que su decisión se basa en criterios estrictamente técnicos.
También señaló que recibió presiones de funcionarios del propio CNE para retirar las papeletas con el fin de liberar espacio en LITHOPRESS para que la imprenta atendiera a otros clientes.
Además, el codirector recordó que el pliego de condiciones del contrato establece que las empresas adjudicadas pueden conservar las papeletas hasta 15 días posteriores a la fecha de entrega, plazo que —según asegura— aún no ha vencido.
Silencio institucional y un proceso electoral que pierde tiempo
Hasta el momento, el CNE no ha emitido una posición oficial sobre la denuncia ni ha aclarado si enviará custodia a la imprenta, si inspeccionará las instalaciones o si ajustará el orden de despacho de material electoral.
La falta de una comunicación clara incrementa la incertidumbre en un proceso ya presionado por retrasos logísticos, licitaciones fallidas y crecientes cuestionamientos sobre la conducción del ente electoral, dominado por tensiones internas y señalamientos hacia representantes del partido Libre.
Con el reloj electoral avanzando, la controversia entre LITHOPRESS y el CNE se suma a la lista de incidentes que alimentan las dudas sobre la capacidad del organismo para garantizar un proceso transparente, eficiente y libre de interferencias políticas.














