El detenido, Fernando Andrés Sabag Montiel, de 35 años y origen brasileño, se negó a declarar ante la jueza y el fiscal.
En su declaración ante la jueza, la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, aseguró que no se dio cuenta de que le apuntaron con un arma, sino que supo lo que había ocurrido cuando entró en su vivienda en el barrio porteño Ricoleta, en Buenos Aires.
Fernández rindió este viernes por la mañana su declaración ante la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo, a quienes les dijo que no fue consciente de que un hombre la había encañonado con un arma apenas unas horas antes, según el diario ‘La Nación’.
Las autoridades investigan lo ocurrido como una tentativa de homicidio, pero Fernández no pidió en su primera declaración incorporarse como acusación en la causa, lo que le daría acceso al expediente y le permitía recurrir decisiones.
El detenido, Fernando Andrés Sabag Montiel, de 35 años y origen brasileño, se ha negado a declarar en su primera oportunidad ante la jueza y el fiscal, aunque sí ha reconocido como propia la pistola calibre 32 marca Bersa que engatilló y que, según las primeras investigaciones, tenía capacidad de disparo, según la agencia Télam.
Además, ya han prestado declaración más de una veintena de testigos, principalmente simpatizantes de Fernández que estaban junto a la vivienda cuando se produjo el ataque y miembros del personal de seguridad.
Luego del fallido atentado en su contra que sufrió el jueves por la noche, Fernández de Kirchner, abandonó su vivienda en Buenos Aires por primera vez.
No dio declaraciones y solamente saludó a periodistas y simpatizantes en el barrio bonaerense de Recoleta. Poco antes, recibió la visita del presidente, Alberto Fernández, con quien se reunió unos 45 minutos.
Miles de personas salieron a las calles en repudio a lo ocurrido.
La movilización, convocada por el oficialista Frente de Todos bajo el lema de “Con la bandera, a defender la Democracia”, recibió el respaldo de distintas organizaciones de la sociedad civil y también del propio gobierno. (Europa Press)