Al término del partido entre las selecciones de Honduras y México, en el que la Selección Nacional se impuso contra la mexicana 2-0, luego de que Luis Palma marcara un doblete y le entregara la victoria al cuadro local, la afición en las tribunas del Estadio General Francisco Morazán lanzó una lata que le cayó en la cabeza al director técnico del Tri, Javier Aguirre.
Aguirre se rió de forma sarcástica en un primer momento al recibir el golpe, aunque inmediatamente comenzó a sangrar de la cabeza y fue atendido por su cuerpo médico, además de que estuvo acompañado del entrenador de Honduras, Reynaldo Rueda, quien observó toda la acción.
Tras esto, durante los comentarios del final del partido, David Faitelson comentó en la transmisión de TUDN que deberían quitarle el triunfo a Honduras por la agresión que sufrió Aguirre, quien ya tiene 65 años de edad y cuya integridad se vio en riesgo a lo largo del juego.
“Muy mal la agresión a Javier Aguirre… Algún energúmeno, idiota, imbécil que nunca falta… Eso está mal, muy mal. Mancha el triunfo hondureño… (…) ¿Quién permite latas de cerveza en un estadio? Es una vergüenza… Uno no va al futbol a ver si regresa vivo por la noche a su casa…La Concacaf y la Federación Hondureña son un desastre…”, escribió Faitelson en su cuenta de X al término del juego.
En ese sentido, Faitelson sugirió no solo vetar el estadio Francisco Morazán, sino también anular el triunfo de Honduras como medida disuasoria.
“Honduras ganó bien en el campo de juego y se lleva una buena victoria para el partido de vuelta” en Toluca el próximo martes 19 de noviembre, comenzó diciendo.
El comunicador deportivo considera que Concacaf ni siquiera cuida el tema de la seguridad en partidos complejos como el disputado en Honduras (…) “en un estadio de fútbol cómo te permiten entrar con una lata de cerveza que finalmente se convirtió en un proyectil”, objetó además.
Aguirre fue impactado por un objeto lanzado desde las gradas, luego de que hiciera señas obscenas al público.
Faitelson también lamentó la gran humillación sufrida por los mexicanos al perder contra Honduras, equipo al que durante toda la semana estuvieron minimizando por estar el puesto 77 del ranking mundial.
“Es una vergüenza”, señaló, enfatizando la desconexión entre las altas expectativas del fútbol mexicano y su realidad actual.