ESTADOS UNIDOS.
El senador estadounidense Peter Welch, a pocos días de que se realicen las elecciones generales en Honduras, advirtió que la democracia hondureña enfrenta un escenario crítico marcado por la debilidad institucional, la manipulación electoral y la intimidación política.
A través de una declaración publicada en el Registro del Congreso estadounidense, el legislador denunció que, la Fiscalía actúa de manera complaciente, el Consejo Nacional Electoral (CNE) está bajo presión y periodistas, defensores ambientales y hasta funcionarios electorales sufren amenazas sistemáticas.
Además, señaló que, sin un compromiso real de transparencia y justicia, el país corre el riesgo de repetir un ciclo de fraude, impunidad y violencia que pone en jaque la credibilidad del próximo proceso electoral del 30 de noviembre.
Subrayó que,con las elecciones presidenciales y legislativas del 30 de noviembre a la vuelta de la esquina, Honduras enfrenta un escenario donde el poder político y económico sigue ejerciendo presiones sobre la autonomía electoral, debilitando la confianza pública en los comicios y aumentando el riesgo de fraude.
Asimismo, indicó que, la Fiscalía General ha actuado de forma complaciente e incluso corrosiva frente a su papel de garante de la justicia electoral, lo que, a su juicio, pone en entredicho la neutralidad del proceso.
Destacó que, la intimidación política ha dejado de ser un fenómeno aislado para convertirse en una herramienta de presión y miedo. Casos como la “renuncia” de la consejera Ana Paola Hall, bajo amenazas contra ella y su familia, o los ataques constantes a periodistas y defensores ambientales, evidencian un patrón de violencia y censura que pone en riesgo tanto la vida de los involucrados como la credibilidad del sistema democrático.
Igualmente, el senador estadounidense no solamente habla de las próximas elecciones, sino del contexto más amplio de impunidad y corrupción que sigue marcando la vida hondureña.
Desde la falta de implementación del sistema de transmisión de resultados hasta el asesinato de activistas del Bajo Aguán y Guapinol.
En tanto, remarcó que, la ausencia de justicia y la violencia contra líderes comunitarios y periodistas mantienen viva la herencia del expresidente Juan Orlando Hernández y la incapacidad de su sucesora para desmantelar esas estructuras.
Por lo cual, exhortó a la comunidad internacional como a la sociedad civil hondureña para fortalecer la vigilancia electoral, exigir investigaciones imparciales y romper el círculo de impunidad. Su misiva, a la vez enérgica y detallada, sintetiza años de denuncias sobre manipulación institucional, represión contra opositores y desprotección de quienes defienden el ambiente y la democracia.