21.9 C
Tegucigalpa
sábado, julio 26, 2025
spot_img

Del CNE a la confrontación personal: Héctor Zelaya culpa a Salvador Nasralla por crisis electoral

El hijo de la presidenta Xiomara Castro y secretario privado de Casa Presidencial fustiga al candidato liberal, a quien tilda de “misógino, errático e irresponsable” tras la renuncia de Ana Paola Hall.

TEGUCIGALPA, HONDURAS.

La crisis institucional del Consejo Nacional Electoral (CNE) dejó de ser un problema meramente técnico y legal para convertirse en una batalla política frontal. 

Esta vez, la ofensiva provino desde el núcleo del poder Ejecutivo: Héctor Manuel Zelaya, secretario privado presidencial e hijo de la mandataria Xiomara Castro, utilizó sus redes sociales para responsabilizar directamente a Salvador Nasralla por la renuncia de la consejera Ana Paola Hall.

“La salida de Ana Paola Hall es el resultado directo del liderazgo errático, misógino y profundamente irresponsable de Salvador Nasralla”, escribió Zelaya en la red social X, elevando el tono del conflicto con un ataque de carácter personal que trasciende su investidura administrativa.

Zelaya —que suele tener un rol discreto en el discurso público— rompió el silencio institucional para intervenir de lleno en la narrativa electoral, en un momento en que la descomposición del CNE preocupa a amplios sectores por su impacto en las elecciones generales del 30 de noviembre.

Además del señalamiento directo a Nasralla, el hijo presidencial aprovechó para justificar su crítica con argumentos internos sobre la estrategia del Partido Liberal. 

Recordó que ya había advertido sobre los riesgos de incorporar nuevas figuras al liberalismo tradicional:

“El experimento de ‘contratar nuevos liberales’ traería división, imposiciones, irrespeto a la historia liberal y un abandono total al diálogo”, escribió.

Zelaya añadió que los nuevos integrantes “no han logrado conducir con sensatez la estructura del partido que les prestaron, sino que lo dividieron más”, insinuando que el caos en el órgano electoral refleja una fractura política más profunda dentro del liberalismo hondureño.

Un giro riesgoso: la institucionalidad como campo de batalla

La decisión de un funcionario de alto rango —e hijo de la presidenta— de emitir valoraciones tan abiertamente políticas en medio de una crisis electoral delicada, representa un nuevo precedente en el uso del poder desde la familia presidencial. 

En lugar de enfocarse en soluciones institucionales, la narrativa se desplaza hacia la personalización de la culpa, centrada en Nasralla, candidato respaldado por el Partido Liberal.

Este viraje tiene implicaciones serias: lejos de desescalar la tensión en el CNE, la intervención oficialista refuerza la percepción de que el órgano electoral está atrapado en una disputa de poder más grande, donde cada jugada pública busca deslegitimar al oponente antes que salvar el proceso democrático.

Mientras tanto, la renuncia de Ana Paola Hall sigue sin resolverse formalmente en el Congreso Nacional, y su sustitución sigue siendo incierta, con Jhosy Toscano propuesto por el Partido Liberal aún sin los votos necesarios para su aprobación.

La apuesta por el ataque directo puede rendir frutos inmediatos en términos de polarización política, pero deja al país con una institucionalidad electoral cada vez más debilitada y con menos árbitros capaces de garantizar un proceso electoral confiable.

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img