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sábado, julio 5, 2025
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“Desde la oposición al poder, pero con las mismas maniobras”: Libre bajo fuego por intentar doblegar al CNE

TEGUCIGALPA, HONDURAS.

Las recientes denuncias de la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, revelan una profunda crisis de confianza dentro del ente rector del proceso democrático en Honduras.

En declaraciones contundentes, López acusó al consejero propietario de Libre, Marlon Ochoa, de encabezar una “campaña orquestada y malintencionada” para desacreditar al organismo, manipular dictámenes legales y desestabilizar la institucionalidad desde dentro.

“No se han dado cuenta de que ya no están en la oposición. Nosotros no estamos para hacer fraude, sino para evitarlo”, advirtió López con tono firme, en una clara alusión al accionar de Libre y su representante.

Dictámenes exprés y documentos externos: ¿Libre manipula los procesos del CNE?

El conflicto se encendió tras una nueva solicitud presentada por Ochoa a la Secretaría General del CNE, en busca de un segundo dictamen legal sobre los términos de referencia del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP).

Sin embargo, López denunció que dicho dictamen fue elaborado en tiempo récord —menos de dos horas— por un abogado vinculado directamente a Libre, sin participación plural ni aval institucional.

“Pone en duda si se están introduciendo documentos desde fuera del CNE para que solo se suscriban internamente. Eso es corrupción”, denunció.

La presidenta del órgano electoral alertó que este tipo de maniobras no solo atentan contra la transparencia del proceso, sino que buscan reducir al mínimo el margen de revisión del CNE sobre los resultados preliminares, una situación que podría permitir proclamaciones anticipadas sin el debido escrutinio legal.

Un Libre sin frenos institucionales

El proceder de Libre, según López, no solo debilita al CNE, sino que pone en jaque la legitimidad de todo el proceso electoral.

Acusó a la asesoría legal de estar actuando como una “secretaría de trámites” al aceptar documentación externa elaborada por actores cercanos al partido oficialista, lo que comprometería el principio de imparcialidad.

Además, López fue categórica al rechazar la narrativa difundida por Ochoa en redes sociales, según la cual habría una intención de “centralizar ilegalmente el conteo de actas” desde el CNE. “Eso es perverso”, sentenció, recordando que el artículo 283 de la Ley Electoral otorga al pleno la facultad exclusiva para analizar y totalizar actas.

Señales de alerta: documentos, grafitis y huellas

A lo anterior se suman otras señales de alerta que, según López, siembran incertidumbre en el proceso electoral: más de 300,000 Documentos Nacionales de Identificación (DNI) sin paradero claro, toma irregular de huellas biométricas y grafitis prematuros proclamando candidaturas.

Todo apunta —según su denuncia— a una estrategia orquestada para torpedear desde adentro el trabajo del Consejo Nacional Electoral, usando el discurso de “defensa del voto” como cortina de humo para avanzar en una lógica de manipulación política.

¿Libre construyendo poder o repitiendo viejas prácticas?

Las declaraciones de López no solo lanzan un misil directo a Marlon Ochoa, sino que colocan al Partido Libertad y Refundación (Libre) bajo un foco incómodo: ¿está el partido que prometió refundar la democracia cayendo en las mismas prácticas que antes denunció?

Desde la oposición, Libre se presentó como vigilante del voto y enemigo del fraude. Hoy, ya en el poder, su representante en el CNE es acusado de actuar de forma opaca, introducir documentos por la puerta trasera e intentar imponer criterios técnicos y legales sin consenso institucional.

La presidenta del CNE fue tajante: “Este no es un asunto de partidos, es un órgano colegiado”. Pero si las decisiones se están fraguando con el sello de Libre por fuera del pleno, entonces la democracia no solo peligra: se falsifica desde adentro.

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