TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Una escena de tristeza, indignación y frustración se vivió la tarde de este lunes en las instalaciones de la Agencia de Regulación Sanitaria (Arsa), cuando al menos 15 empleados fueron notificados de su despido, según denunciaron ellos mismos a través de redes sociales.
El hecho ocurrió alrededor de las 3:45 p.m., poco antes de concluir la jornada laboral.
En un video que rápidamente se viralizó en plataformas digitales, se observa a varios trabajadores llorando desconsoladamente, mientras compañeros intentan consolarlos ante lo que describen como una separación abrupta y humillante de sus puestos.
“Nos están corriendo como perros, con guardias. Nos están sacando como si fuéramos delincuentes y no lo somos”, expresó entre lágrimas una de las afectadas, reflejando el fuerte impacto emocional que provocó la medida.
Denuncian despidos por exigir ajuste salarial
Según los relatos de los despedidos, la acción estaría motivada por su reciente decisión de solicitar un ajuste salarial.
Alegan que desde el año 2021 no han recibido ningún incremento, a pesar del creciente costo de vida y las condiciones laborales precarias que enfrentan dentro de la institución.
“Nos están despidiendo por exigir el derecho de tener un aumento salarial. Ya que desde 2021 no tenemos ningún incremento. Las condiciones laborales son terribles”, relató una trabajadora.
Los denunciantes también rechazaron los rumores que circulan en redes sociales y medios digitales, los cuales señalan que habrían solicitado 52 días de vacaciones. “Eso es totalmente falso. Solo estábamos pidiendo algo justo”, aseguraron.
Asimismo, advirtieron que los despidos podrían continuar, señalando que este martes al menos 246 empleados más podrían ser cesanteados bajo circunstancias similares.
Institución guarda silencio
Hasta el cierre de esta nota, Arsa no ha emitido una postura oficial sobre lo ocurrido. La falta de explicación institucional ha aumentado la tensión, mientras las imágenes difundidas han generado indignación entre usuarios de redes sociales que exigen transparencia y respeto a los derechos laborales.
Varios de los afectados afirmaron que se retiraron de las instalaciones con la esperanza de ser reintegrados, mientras esperan que las autoridades den una respuesta ante lo que califican como una injusticia.