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viernes, abril 11, 2025

Diálogo, represalias y diplomacia: la estrategia de Bruselas contra los aranceles de EEUU

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La Comisión Europea confía en una estrategia de tres pilares como respuesta a los aranceles de Donald Trump, que están tambaleando la economía global.

Esa triple estrategia se basa en la negociacióncon Washington como vía prioritaria, el contraataque con represalias si no se encuentra una solución dialogada y la profundización de las relaciones comerciales con otros sociosglobales.

Negociacion, vía prioritaria

La jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, sigue priorizando la negociación con las autoridades estadounidenses en cada discurso de respuesta a los anuncios de Trump y en esa lógica se enmarca el intercambio del comisario de Comercio, Maros Sefcovic, con sus homólogos norteamericanos apenas dos días después del último anuncio de la Casa Blanca.

«¿Por qué subir los aranceles y no disminuirlos? La negociación que buscamos no es para aumentar los aranceles sino para reducirlos», explicaron fuentes comunitarias tras conocer los aranceles universales que Estados Unidos califica como «recíprocos» y que, en el caso del bloque, suponen un recargo del 20 %.

Contraataque en marcha

Sin embargo, en la capital europea se es consciente de que la vía del diálogo puede no llevar a ninguna conclusión satisfactoria y, por eso, el Ejecutivo comunitario sigue diseñando una respuesta «firme y proporcionada» a los aranceles del 25 % sobre acero, aluminio y coches, y del 20 % que gravarán el resto de importaciones.

«La UE no quiere escalar, quiere negociar pero también tener una posición de fuerza», explica un alto funcionario europeo, que describe las futuras contramedidas de la UE como un «incentivo» para el diálogo más que como un «castigo» sobre Estados Unidos.

El acero, primera etapa

La primera respuesta de la UE a Washington llegará previsiblemente la próxima semana, cuando el miércoles se espera que los Estados miembros den su visto bueno a una lista de productos a los que aplicará aranceles adicionales en respuesta al gravamen del 25 % de Estados Unidos sobre las importaciones de acero y aluminio.

Valorados en 26.000 millones de euros, entrarían en vigor el 15 de abril aunque en dos fases distintas: a partir de ese día se gravarían los productos incluidos en la lista que Bruselas preparó ya para la guerra comercial de 2018 (unos 8.000 millones) y un mes después se empezarían a cargar aranceles sobre el resto de la lista.

Donde más duela

Aunque la competencia exclusiva en materia comercial recae sobre el Ejecutivo comunitario, los ministros de Comercio de los Veintisiete se reunirán el lunes en Luxemburgo para mantener una «discusión política» sobre la respuesta europea a Washington más allá de estas primeras medidas.

Para ello, Bruselas sigue preparando nuevas represalias para contestar al resto de aranceles de Trump, en especial al recargo «recíproco» del 20 % que Washington justifica por el IVA doméstico o las medidas fitosanitarias que el bloque obliga a cumplir dentro del mercado único.

Así, la institución europea busca un conjunto de medidas que no perjudiquen a la UE pero que «golpeen bastante duro» a Estados Unidos.

«¿Qué significa esto en la práctica? Actuamos en áreas donde tenemos alternativas. Nos encanta la soja, pero podemos conseguirla de Brasil. Nos gustan las Harley-Davidson, pero también nos gusta Moto Guzzi o podemos comprar Yamaha», resumen desde la Comisión Europea.

Francia apunta a los gigantes digitales

Bruselas no precisa qué instrumentos activará pero insiste en que «todas las opciones están sobre la mesa», incluido el nuevo instrumento anticoerción, una herramienta de «último recurso» que aprobó la UE hace dos años para poder responder a amenazas de índole económica por parte de terceras potencias. 

Además, algunas voces empiezan a apuntar al comercio de servicios, en el que Estados Unidos tiene un superávit con la UE de 109.000 millones de euros al año.

La más notoria es la del presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien ha sugerido gravar a las multinacionales digitales norteamericanas dentro de las represalias.

Diplomacia global

El tercer pilar de la estrategia europea a la guerra arancelaria es el impulso a las relaciones del bloque con otros socios globales.

Una muestra de ello es que el nuevo golpe arancelario de Trump ha coincidido con un viaje de Ursula von der Leyen y el presidente del Consejo Europeo, António Costa, para la cumbre UE-Asia Central (Uzbekistán, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, y Turkmenistán).

La Comisión Europea ya mostró su apuesta diplomática con el viaje a India a finales de febrero y también pone en valor negociaciones comerciales con Mercosur, México, Chile, Suiza, Malasia, Indonesia o los países del Golfo.

Con información de EFE 

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