Quema de contenedores, cargas policiales y destrozos en el mobiliario urbano se produjeron hoy en protestas como las de Burdeos y París convocadas contra el Gobierno francés, al que acusan de autoritarismo por haber aprobado el jueves la impopular reforma de las pensiones por decreto.
Ante la prohibición gubernamental de manifestarse en la plaza de la Concordia, en la que las protestas de las dos últimas noches se saldaron con centenares de arrestos y numerosos desperfectos, miles de personas se desplazaron a la Place d’Italie, en el sur de París.
Allí, se mezclaron militantes sindicales y de partidos de izquierdas con manifestantes al margen de cualquier organización, evocando la revuelta de los “Chalecos Amarillos” de 2018.
Casi dos horas después del inicio de la marcha, hubo quema de contenedores y levantamiento de barricadas, que provocaron cargas de la policía, que usó gas lacrimógeno en respuesta al lanzamiento de proyectiles.
Hasta ahora, las autoridades no divulgaron ningún balance, ni de detenidos, ni heridos.
Mientras, varias ciudades del sur de Francia también registraron tensas movilizaciones callejeras. En Burdeos, se quemaron contenedores de basura en una céntrica calle de la ciudad, un fuego rápidamente sofocado.
La oleada de contestación contra el Gobierno del presidente francés, Emmanuel Macron, se extendió hoy prácticamente en todo el país, incluso en ciudades medianas y pequeñas.
Las manifestaciones se unieron a paros parciales en los trenes, las refinerías, el sector del gas y la recogida de basuras, entre otros.
Con información de EFE