- Exfiscal general responsabiliza al CNE y a los partidos por la crisis electoral, mientras la OEA llama a respetar el voto ciudadano
TEGUCIGALPA, HONDURAS. –
El primer Fiscal General de la República, Edmundo Orellana Mercado, reflexionó este lunes sobre la crisis que atraviesa el proceso electoral hondureño y advirtió que la voluntad popular está siendo desacreditada por la dirigencia política, en medio del retraso del escrutinio especial de actas con inconsistencias.
A través de su cuenta en la red social X, el también exministro de Transparencia del actual gobierno señaló que “el voto es la expresión popular y los dirigentes políticos quieren cubrirlo de infamia”, en alusión a los señalamientos cruzados y a los llamados a protestas por un supuesto fraude electoral.
Responsabilidades directas e indirectas
Orellana retomó declaraciones del jefe de la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), Eladio Loizaga, quien afirmó que “es inaceptable culpar de los retrasos a los aspectos técnicos”, subrayando que las responsabilidades recaen en los actores humanos y políticos del proceso.
“Son los consejeros los responsables directos e indirectos los políticos que los escogieron”, escribió Orellana, apuntando a la clase política que integró el Consejo Nacional Electoral (CNE).
El exfiscal enfatizó que sobre el CNE recae plenamente la responsabilidad de lo que ocurra en esta fase del proceso electoral, señalando negligencia y falta de previsión como factores determinantes de la actual crisis.
“Sobre el CNE recae la responsabilidad de lo que ocurra por su negligencia y falta de previsión”, puntualizó.
Disputas internas y presión política
Las declaraciones de Orellana se producen en un contexto marcado por disputas internas dentro del CNE y llamados del oficialismo a movilizaciones, bajo el argumento de un presunto fraude, hechos que dominaron el fin de semana y bloquearon el inicio del escrutinio especial, pese a que estaba programado para comenzar el domingo.
La falta de avances ha profundizado la incertidumbre política, a más de dos semanas de celebradas las elecciones generales, sin que exista aún una declaratoria oficial de resultados.
OEA reconoce civismo y advierte retrocesos
Este lunes, el jefe de la Misión de Observación Electoral de la OEA, Eladio Loizaga, presentó el informe preliminar del proceso electoral, en el que reconoció que las elecciones hondureñas “estuvieron lejos de ser perfectas”, pero destacó que la ciudadanía actuó con civismo y compromiso democrático, por lo que su voluntad debe ser respetada.
El informe resalta la imparcialidad del trabajo de observación, con delegaciones desplegadas en los 18 departamentos del país, y el compromiso del personal que dio seguimiento al proceso en todas sus etapas.
No obstante, la OEA advirtió que el proceso estuvo marcado desde su inicio por conflictos entre los miembros del CNE, situación que —según el organismo— representa un retroceso en comparación con procesos electorales anteriores y afecta la confianza en la institucionalidad electoral.
Llamado a proteger la democracia
Tanto las reflexiones de Orellana como las observaciones de la OEA coinciden en un punto central: la necesidad de proteger el valor del voto ciudadano y evitar que la crisis política y las disputas partidarias erosionen la credibilidad del proceso democrático.
En momentos en que Honduras espera el inicio del escrutinio especial y la declaratoria final, distintos sectores advierten que deslegitimar el voto equivale a debilitar la democracia misma, con consecuencias institucionales y sociales de largo alcance.








