- El expresidente de la CCIC cuestiona a políticos que usan la ideología como disfraz, mientras Honduras vuelve a estar bajo la lupa internacional por las denuncias de vínculos con el narcotráfico.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El expresidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), Eduardo Facussé Salomón, lanzó un fuerte señalamiento contra la clase política hondureña al afirmar que flagelos como el narcotráfico, la corrupción y el nepotismo trascienden las banderas partidarias y han sido utilizados como instrumentos de manipulación.
“El narcotráfico no tiene ideología. La corrupción no tiene ideología. El nepotismo no tiene ideología. Por demasiado tiempo, políticos sin principios han romantizado la ideología, aprovechándose de la ignorancia de la población, para llegar a servirse, en vez de llegar a servir”, expresó Facussé, en alusión a la conducta recurrente de quienes ejercen el poder.

Contexto internacional: acusaciones contra Venezuela y Honduras en la mira
Las declaraciones de Facussé se producen en un escenario tenso tras los recientes señalamientos de la fiscal general de Estados Unidos, Pamela Bondi, quien denunció que el régimen de Nicolás Maduro —calificado por Washington como “narcoterrorista”— estaría traficando grandes cantidades de droga a través del Cártel de los Soles.
Según Bondi, estas operaciones utilizan espacio aéreo de Honduras, Guatemala y México como parte de las rutas hacia territorio estadounidense, lo que reaviva cuestionamientos sobre el rol del país centroamericano en el narcotráfico regional.
La respuesta de Zelaya y la postura oficial
Ante estas acusaciones, el expresidente Manuel “Mel” Zelaya, actual coordinador del Partido Libertad y Refundación (Libre), salió en defensa de Caracas.
“Es absolutamente falso que el presidente Nicolás Maduro pague sobornos a funcionarios del Gobierno de Honduras para permitir el paso de drogas”, afirmó Zelaya en sus redes sociales, al tiempo que el gobierno de Xiomara Castro reiteró su respaldo a Venezuela.
El debate pendiente
Las palabras de Facussé vuelven a poner sobre la mesa el cuestionamiento sobre cómo la clase política en Honduras instrumentaliza la ideología mientras el país permanece bajo observación internacional por su vulnerabilidad frente al crimen organizado.
En medio de esta controversia, el señalamiento del empresario remarca una advertencia: la lucha contra la corrupción y el narcotráfico en Honduras no se resuelve con discursos partidarios, sino con acciones que trasciendan intereses políticos.