Estados Unidos se centrará en aumentar los operativos de procesamiento de inmigrantes y las devoluciones en caliente durante los próximos días, ante el fin esta semana de la polémica normativa del Título 42 que amenaza con desbordar las fronteras.
Así lo aseguraron este martes altos funcionarios del Gobierno estadounidense en una conversación telefónica con medios en la que volvieron a insistir en que tras el fin de esta medida «la frontera no va a estar abierta», sino que se van a imponer «duras consecuencias» a quienes intenten entrar ilegalmente en Estados Unidos.
El próximo 11 de mayo acaba la normativa migratoria Título 42, una medida que adoptó el expresidente republicano Donald Trump (2017-2021) y después continuó el mandatario demócrata Joe Biden para expulsar a migrantes con motivo de la pandemia de covid-19.
Para prepararse ante los posibles problemas que genere el fin de esta normativa, por el posible aumento del flujo migratorio, se desplegarán en la frontera 1.500 militares estadounidenses para apoyar «en tareas administrativas» a los agentes de la Patrulla Fronteriza y también se ha aumentado el número de oficiales de asilo, de jueces de inmigración y de abogados.
En total se han mandado a la frontera de manera temporal a «más de 4.000 personas» para reforzar las operaciones y «se han reentrenado» a todo tipo de personal para que «estén listos y dispuestos para las entrevistas que van a ser necesarias para la repatriación acelerada» que se llevará a cabo «a partir del jueves», declararon estas fuentes.
«Vamos a procesar a los migrantes que encontramos en la frontera con repatriación acelerada», insistieron dichas fuentes, y a los ciudadanos de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití que no establezcan base legal «van a ser devueltos a México con una orden de repatriación».
Como parte del objetivo disuasorio, el Gobierno de Joe Biden tiene previsto incrementar los operativos de seguridad para procesar a los migrantes que hayan pasado la frontera de manera irregular.
Durante las próximas horas, recordaron las fuentes oficiales, agentes de la Patrulla Fronteriza tienen previsto realizar una operación especial de detención de migrantes en El Paso, Texas, en cuyas calles llevan días durmiendo centenares de personas, para detectar a quienes no hayan sido procesados y repatriar a quienes no cumplan con los requisitos para solicitar quedarse en el país.
Las fuentes oficiales explicaron que el objetivo es que los inmigrantes que crucen la frontera de manera ilegal se enfrenten a «consecuencias más fuertes que las que existen por el título 42», entre ellas el veto de entrada a Estados Unidos durante cinco años para todos aquellos migrantes que crucen sin permiso la frontera con México, anunciado la pasada semana por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. EFE