TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Blanca Munguía, directora de Salud de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), presentó informe en el que detalló que el 72% de los usuarios del sistema sanitario público no reciben medicamentos o los reciben incompletos y el 76% del personal de Salud no cuentan con insumos para realizar su trabajo.
Síntesis del Informe:
La falta de medicamentos para el tratamiento de enfermedades como diabetes e hipertensión está afectando la salud de los hondureños más pobres que dependen del sistema de salud pública, alertó este miércoles la Asociación para una Sociedad más Justa (ASI) en la presentación de los resultados de una encuesta realizada a pacientes y personal médico y de enfermería en siete departamentos de Honduras.
La consulta fue realizada a pacientes, médicos, enfermeras y enfermeros en octubre pasado en: Atlántida, Colón, Comayagua, Cortés, Francisco Morazán, La Paz y Lempira, De los encuestados, 74% fueron pacientes, cuya edad promedio oscila entre de 38 años (mujeres) y 41 años (hombres) y de los cuales 59 % acudieron a un centro integral de salud, 27 % a un hospital público y el resto a otros centros asistenciales.
Los resultados de la encuesta muestran que el desabastecimiento de medicamentos e insumos tiene un costo humano muy grande, pues no se tratan enfermedades, la condición de salud de los pacientes empeora o mueren personas.
31 % de los pacientes y 35 % del personal de salud dijeron conocer a alguien cuya salud empeoró por falta de medicamentos o insumos y 49 % del personal de salud reportó que la mayoría de medicamentos faltantes eran los indicados para hipertensión y diabetes.
Cabe señalar que 50 % de los pacientes a quienes se les recetaron medicamentos los recibieron incompletos o no recibieron ninguno. Entre los medicamentos no recibidos, los pacientes reportaron: Bisoprolol/Metoprolol. Inbersartán, para tratar la hipertensión arterial; Insulina y Metformina, para controlar la diabetes; Salbutamol, para problemas respiratorios; ácido fólico, contra la anemia y loratadina, un antialérgico.
El 36 % de los consultados que mencionó haber sido sometido a un procedimiento quirúrgico u otro, tuvo que comprar material o insumos como: anestesia, ampollas de hierro, hilo, tomografías, gasas, pagar radiografías o exámenes.
Aún más preocupante fue el reporte de 15 % de pacientes encuestados, quienes dijeron conocer a alguien que murió por falta de insumos o medicamentos, mientras que 35 % del personal médico dijo lo mismo.
Entre el personal médico y de enfermería, 64 % afirmó que cuenta con insumos para hacer su trabajo, pero no son suficientes; 24% dijo que contaba con todos los insumos y 12% que no. El 55 % catalogó la capacidad de respuesta del sistema de salud pública como regular, mala o muy mala.
Ante la compra tardía de medicamentos que ha provocado desabastecimiento, baja capacidad e incapacidad para atender los requerimientos de medicamentos a los pacientes, la ASJ recomendó a las autoridades de la Secretaría de Salud manejar datos reales de las necesidades y desabastecimiento, basados en la experiencia de la población para tomar decisiones oportunas.
De igual forma, sugirió planificar y realizar procesos transparentes y eficientes compras públicas de medicamentos e insumos, utilizando mecanismos que aseguren el abastecimiento continuo y suficiente en la red de salud pública, evitando la interrupción del tratamiento y deterioro de la salud de los pacientes.
Para garantizar el abastecimiento continuo y suficiente en 2023, las autoridades de salud deben de in oportunamente el proceso de compra de medicamentos, así como garantizar un sistema de informa actualizado para la planificación del abastecimiento y logística de distribución y almacenamiento medicamentos e insumos, que permita ver su trazabilidad y toma de decisiones oportuna.