Cristina Bazán | Redacción Efeminista – 11 octubre, 2024
El aumento de la violencia e inseguridad en América Latina «afecta desproporcionadamente» a las niñas y las expone a «múltiples riesgos», alerta Plan Internacional.
La ONG señala que la región enfrenta «un alarmante aumento en los índices de violencia e inseguridad» que se agrava por emergencias humanitarias de todo tipo, tales como incendios forestales, inundaciones, fenómenos migratorios y conflictos armados.
Esta situación afecta «desproporcionadamente a la niñez y a la adolescencia, y más aún a las niñas», exponiéndolas a «múltiples riesgos como la violencia de género, el abuso sexual, la explotación y el trabajo infantil, el reclutamiento forzado por parte de grupos armados, entre otros, amenazando su bienestar, desarrollo y goce efectivo de derechos», agrega.
La organización señala que proteger sus derechos «es más urgente que nunca» y en el marco del Día Internacional de la Niña hace un llamado a los gobiernos de la región y a los organismos internacionales para que implementen «medidas inmediatas» que garanticen esa protección.
La violencia contra las niñas en América Latina
Según datos del Índice de Paz Global 2024, que evalúa el nivel de paz y la ausencia de violencia en los países, de 12 países de Centroamérica y el Caribe que analiza, 7 han sufrido un deterioro en sus indicadores de paz.
En Sudamérica, la tendencia fue similar, ya que 7 de los 11 países del reporte también han experimentado un retroceso. Este declive se debe en gran medida al incremento de la actividad de grupos armados, el crimen organizado y la violencia generalizada, afectando particularmente a Haití, Colombia y Venezuela, dice el informe.
«Las emergencias, la violencia y la inseguridad están dejando cicatrices profundas en la niñez y la adolescencia, en especial a las niñas de América Latina y el Caribe, amenazando su salud, sus derechos y su futuro», dice Carmen Elena Alemán, directora regional de Plan International para América Latina y el Caribe.
Las desigualdades de género, asegura, se agravan cuando las niñas se ven forzadas a abandonar la escuela por temor a la violencia, a causa del impacto del cambio climático, como los incendios, inundaciones o terremotos; durante la migración, al momento de buscar agua, o simplemente al caminar solas por la calle. «La región enfrenta niveles de riesgo sin precedentes, y la necesidad de actuar es más urgente que nunca», añade.
Explotación sexual y uniones tempranas
En la región, la migración y la violencia están afectando gravemente a la niñez. En Colombia, por ejemplo, 1.000 niñas, niños y adolescentes son reclutados por grupos armados cada año, según cifras recopiladas por Plan Internacional.
Uno de los últimos casos lo denunció el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU en Colombia el pasado 9 de octubre. El organismo dijo que recibió información sobre reclutamiento forzado de una niña de 13 años en el municipio de La Plata, en el interior del país. Al parecer, la niña fue reclutada por un grupo armado no estatal.
El caso de la menor se suma a otros siete que la oficina de Naciones Unidad ha documentado en la misma zona en el último mes.
«Hasta julio de 2024, más de 221.000 migrantes cruzaron la selva del Darién, incluidos más de 46.000 niñas, niños y adolescentes, con un 62% de adolescentes viajando solos.
Y en Honduras, las muertes violentas de menores aumentaron un 13%», señala Plan Internacional.
Además, casi 20.000 casos de violencia de género fueron reportados en Guatemala en solo cuatro meses. En México, cada día desaparecen 14 niñas y niños en promedio, evidenciando el impacto creciente de la violencia hacia la niñez y la adolescencia, agrega.
Este nivel de violencia, sumado a las consecuencias de las emergencias climáticas, «no sólo destruyen infraestructuras y medios de vida, sino que también exacerban las desigualdades de género», dice la ONG.
«Las niñas en particular enfrentan un incremento en las amenazas de violencia y explotación sexual, el riesgo de uniones tempranas y forzadas, así como dinámicas de trabajo infantil y trata, debido a la falta de seguridad en sus comunidades y la interrupción de sus entornos familiares y educativos», añade.
Por eso llama a los países a crear «entornos seguros para la niñez», reconociendo las necesidades específicas que enfrentan las niñas y las mujeres.
