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sábado, julio 26, 2025
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El hambre avanza en silencio: más de 1.7 millones de hondureños viven en inseguridad alimentaria crítica

  • Un informe de la UNAH revela que miles de familias sobreviven con menos de un dólar diario; “Hay familias que ya no logran costear tres comidas al día”

TEGUCIGALPA, HONDURAS.

La crisis alimentaria en Honduras ha alcanzado niveles alarmantes. Un reciente informe de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) advierte que más de 1.7 millones de personas enfrentan inseguridad alimentaria crítica, y al menos 174 mil hondureños sobreviven en situación de emergencia, con menos de un dólar diario para comer.

El estudio, elaborado por especialistas en temas sociales y económicos, expone una realidad devastadora: el hambre ya no es una amenaza, es una constante en miles de hogares.

“Hay familias que ya no pueden costear tres tiempos de comida. Algunos han reducido a una sola comida diaria, y otros priorizan alimentar a los niños o a los adultos mayores”, explicó una de las investigadoras responsables.

Entre los principales factores están la pobreza, el desempleo, el subempleo y el alto costo de la canasta básica, lo que obliga a las familias a tomar decisiones desesperadas.

Más del 50 % de los hogares reportaron una reducción de ingresos en 2024, y cerca del 68 % de la fuerza laboral gana por debajo del salario mínimo, dificultando el acceso a una alimentación digna.

Pero el problema no se reduce al acceso: también está afectando gravemente la salud de la población.

En 16 de los 18 departamentos se reportan casos de desnutrición, enfermedades crónicas y obesidad, todas vinculadas a una dieta deficiente.

“Estamos ante una emergencia silenciosa que no puede seguir ignorándose”, alertó una de las investigadoras.

Los expertos advierten que la situación podría empeorar si no se toman acciones urgentes, sumando a la ecuación los efectos del cambio climático, los conflictos sociales y el uso ineficiente del presupuesto público.

“Nos preguntamos si los fondos asignados a programas sociales realmente están llegando a quienes los necesitan”, cuestionó una fuente del estudio.

Desde la sociedad civil, la representante de la Fundación CSAI, Reyna Melissa Arteaga, fue enfática: “La seguridad alimentaria no significa entregar comida gratuitamente. Significa garantizar condiciones para que las familias puedan acceder a ella por sus propios medios. La alimentación es un derecho, no un privilegio”.

Frente a este panorama, el informe recomienda acciones integrales e inmediatas, como fortalecer la asistencia alimentaria, fomentar la agricultura local, impulsar el empleo, regular los precios, combatir el acaparamiento y apoyar directamente a los pequeños productores.

La advertencia final del estudio es contundente: “Si no se actúa con urgencia, la inseguridad alimentaria continuará expandiéndose, y con ella, las consecuencias humanas y económicas para todo el país”.

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