Por Roger Stone. La nación de Honduras, gobernada por la dictadora Xiomara Castro de Zelaya, está mostrando solidaridad con los venezolanos después de que la administración Trump anunciara una recompensa de 50 millones de dólares por la cabeza del socialista de extrema izquierda Nicolás Maduro.
El Estado de Honduras rechaza categóricamente las acusaciones contra el presidente Nicolás Maduro y expresa su plena solidaridad con el pueblo venezolano y su presidente ante los ataques infundados que enfrentan actualmente. Reafirmamos nuestro inquebrantable respeto a la autodeterminación de los pueblos y al derecho internacional, escribió Xiomara en una publicación de X traducida al inglés.
Stone Cold Truth ha escrito extensamente sobre cómo el régimen de Xiomara fue apoyado por la administración Biden, quien encarceló a sus opositores a cambio de que Xiomara continuara el flujo migratorio hacia la frontera sur de Estados Unidos. Xiomara dejará el cargo en noviembre, pero su Partido LIBRE espera mantener el control para establecer un gobierno unipartidista en Honduras y convertir al país en una Venezuela 2.0.
La congresista María Elvira Salazar de Florida expuso cómo Xiomara y su marido, el ex presidente Manuel Zelaya, han utilizado como arma a la ATIC (la versión hondureña del FBI) para intimidar a la comisión electoral y obligarla a someterse de cara a las elecciones de noviembre.
“El gobierno del comunista Manuel Zelaya utiliza la ATIC para intimidar al Consejo Nacional Electoral y manipular el proceso democrático. Esto constituye un ataque directo contra la voluntad popular”, escribió Salazar en una publicación de X traducida al inglés.
“Hago un llamado a la administración Trump para que envíe una fuerte advertencia a los dictadores que actualmente gobiernan Honduras. No podemos permitir que otro país caiga en manos del socialismo autoritario”, añadió Salazar.
Si el Partido LIBRE logra mantener el control, el flujo de drogas y migrantes hacia Estados Unidos continuará sin cesar. La fiscal general Pam Bondi reconoció públicamente recientemente que Honduras tiene un acuerdo con Venezuela para hacerse de la vista gorda ante el tráfico de drogas y armas hacia Estados Unidos.
Existe un puente aéreo donde el régimen venezolano paga para tener libre acceso al espacio aéreo sin ser detectado hacia Honduras, Guatemala y México, donde pueden traficar y transportar estas drogas. Intercambian dinero por sobornos. Intercambian armas por los puertos de entrada y el espacio aéreo para llevar estas drogas a todos estos otros países y a Estados Unidos, dijo la Fiscal General Bondi.
Si el Partido LIBRE gana en noviembre, obtendrá un mandato electoral para ignorar las prioridades de la administración Trump, quizás renovando su llamado a expulsar las bases militares estadounidenses de Honduras y anular el tratado de extradición de larga data entre ambas naciones. Será catastrófico no solo para el pueblo hondureño, sino para toda América.
Como era de esperar, el Partido LIBRE goza de una gran impopularidad en Honduras, tras haber perdido rápidamente su popularidad con su serie de falsas promesas y actos de corrupción beligerante. Sin embargo, tienen un as en la manga con la Secretaria de Defensa Nacional, Rixi Moncada. Moncada se postula simultáneamente a la presidencia por el Partido LIBRE mientras ocupa el cargo de su administración, que casualmente supervisa el proceso electoral. Moncada se ha negado a renunciar a pesar del inmenso conflicto de intereses y, a partir de su experiencia supervisando elecciones, ha demostrado que recurrirá a artimañas para inclinar la balanza a favor de su partido.
Durante las elecciones primarias nacionales hondureñas del 9 de marzo, Associated Press informó que los centros de votación fueron cerrados a la fuerza el día de las elecciones porque, convenientemente, carecían de material electoral. Según un informe de El Heraldo, solo 10 de los 152 centros de votación recibieron el material electoral necesario para realizar la votación antes del día de las elecciones en el concurrido centro industrial de San Pedro Sula. Los principales medios de comunicación hondureños implicaron a funcionarios del gobernante Partido LIBRE por llegar a los centros de votación con maletas llenas de papeletas ilegales ya llenadas. Se cree ampliamente que esta maniobra fraudulenta durante las primarias es un ensayo para el fraude que se avecina en las elecciones de noviembre por parte de matones del Partido LIBRE.
Esta pesadilla nacional comenzó en Honduras después de que Xiomara se confabulara con el gobierno de Biden para extraditar y encarcelar a su predecesor pro-Trump, Juan Orlando Hernández (JOH). Desde hace tiempo, he apoyado el indulto total de JOH, lo cual está más que justificado bajo el lema de «no MAGA left behind» (no dejar atrás a nadie con un MAGA) del Fiscal Federal de Indultos, Ed Martin. Por mi defensa de esta noble causa, he sido difamado por hombres beta de noticias falsas, acusándome de ser un defensor de los narcotraficantes.
En realidad, JOH es un narcotraficante, al igual que Donald J. Trump es un agente ruso. Todo el proceso contra JOH fue un montaje, una farsa política donde se indultó a verdaderos narcotraficantes y asesinos por lanzar acusaciones infundadas con el objetivo de encarcelarlo. Desafortunadamente para el pueblo hondureño, esta traición del Estado profundo contra JOH tuvo éxito, y ahora Honduras se encuentra al borde de la desesperación. Es hora de que el presidente Trump tome medidas para corregir este error, indulte a JOH y utilice todos los medios necesarios para garantizar que se celebren elecciones libres y justas en noviembre para que el Partido LIBRE de Xiomara salga del poder para siempre.
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