El evento se llevará a cabo este viernes en el Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas de Washington D.C.
(RT en Español)- La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se encontrará por primera vez cara a cara este viernes con su par de EE.UU., Donald Trump, así como con el primer ministro de Canadá, Mark Carney.
El encuentro tendrá lugar en Washington D.C., donde los tres gobernantes participarán del sorteo que definirá los partidos que se disputarán durante la Copa Mundial de la FIFA 2026, de la que México, EE.UU. y Canadá serán sede.
El careo será en el Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas de la capital federal estadounidense, informó previamente la FIFA. La organización sortea los 12 grupos de cuatro selecciones cada uno, puesto que por primera vez participarán 48 equipos por la Copa, que hasta ahora había reunido a 32 selecciones.
Antes de su viaje, el pasado miércoles, Sheinbaum comentó que el sorteo era «un buen momento» para que los mandatarios y el primer ministro estuvieran juntos, como señal de que América del Norte y su compromiso comercial «siguen adelante».
La mandataria también asomó la posibilidad de tener la primera reunión personal con Trump, con quien solo ha hablado por teléfono desde que ambos asumieron sus mandatos. «Si fuera el caso sería una reunión muy breve, todo parece que sí», dijo.
‘Tira y afloja’
La relación entre Trump, quien asumió nuevamente la Presidencia en enero pasado, y Sheinbaum, que llegó al poder en octubre de 2024, ha estado marcada por roces, pero a su vez por conversaciones cordiales. Ello se ha generado principalmente por las políticas económicas, antiinmigrantes y de combate al narcotráfico en las que se ha empeñado el inquilino de la Casa Blanca en su segundo mandato, que ha llevado a ambas naciones a negociar y llegar a acuerdos.
En materia económica, pese al afán de Trump de imponer aranceles a los productos mexicanos, gracias a esas conversaciones las medidas se han podido aplazar. A finales de octubre, Sheinbaum informó que acordó otra prórroga de «semanas» en la negociación de la imposición de gravámenes, cuyo plazo —de 90 días— vencía el 1 de noviembre.
En su justificación por los aranceles, Trump ha acusado a México, así como a Canadá, de permitir el ingreso de «inmigrantes ilegales» y de «drogas mortales» a EE.UU., incluido el fentanilo. También, desde la Casa Blanca llegaron a denunciar que las organizaciones mexicanas de narcotraficantes han establecido «una alianza intolerable» con el Gobierno del país latinoamericano.
Sin embargo, Trump ha dicho que desde su Administración están «trabajando con México» para combatir a los cárteles, aunque en la misma frase soltó que el vecino país le tiene «mucho miedo» a esas organizaciones delictivas. Pero, más adelante, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, expresó: «No hay gobierno en este momento que esté cooperando con nosotros más en la lucha contra la criminalidad que el Gobierno de México, el gobierno de la presidenta Sheinbaum. Les agradecemos muchísimo».
En estos meses, Sheinbaum ha condenado abiertamente el trato a los migrantes en EE.UU. «No estamos de acuerdo con esta forma de atender este fenómeno migratorio, no es con redadas ni con violencia como se va a atender el fenómeno migratorio», afirmó en junio pasado. En ese mismo mes, además, se defendió de la acusación hecha por le gobierno de Trump de presuntamente alentar las protestas que se levantaron en Los Ángeles (California), contra las redadas.
Pero en medio de todos estos ‘tira y afloja’, Sheinbaum ha afirmado que los avances alcanzados en la relación bilateral con el gobierno de Trump durante los últimos meses permitieron frenar políticas intervencionistas.
Además, en algún momento la mandataria mexicana llegó a revelar cómo es mejor negociar con Trump. «Podemos no estar de acuerdo, pero el trato es de respeto», expresó al respecto e indicó que lo importante «es no confrontar».









