FRANCISCO MORAZÁN, HONDURAS.
El director ejecutivo de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), Carlos Hernández, advirtió sobre el grave retroceso de Honduras en la lucha contra la corrupción.
En el marco del Día Internacional contra la Corrupción, Hernández señaló que, este flagelo sigue representando una amenaza directa para la estabilidad democrática del país.
Además, indicó que, Honduras ha sido históricamente víctima de estructuras corruptas, y aunque se han impulsado esfuerzos para combatirlas —incluyendo iniciativas como la Misión de Apoyo contra la Corrupción e impunidad en Honduras (MACCIH), que reveló importantes casos de corrupción los avances han sido insuficientes.
Destacó que, “la MACCIH develó algunos casos, pero lamentablemente hoy por hoy Honduras está a la cola en toda América Latina en materia de corrupción”.
Resonó que, los ataques sostenidos que han recibido diversas organizaciones cada vez que se publica el índice, señalando incluso el “descaro”.
Asimismo, expresó que, hubo un exsecretario de Transparencia que llegó a amenazar con una querella contra Transparencia Internacional por divulgar resultados.
Reprochó que, “en vez de articular mecanismos para combatir la corrupción, se atacó a quienes revelaban la verdad”.
Recalcó que, el costo económico de la corrupción es devastador. Estimaciones recientes apuntan a que Honduras ha perdido más de 70,000 millones de dólares por actos corruptos.
Señaló que, más allá de los números, la corrupción tiene un impacto directo y mortal.
Insistió que, especialmente en sectores críticos como la salud y la educación, “la corrupción en Honduras mata, porque le roba a la gente oportunidades básicas”.
ASJ insistió su llamado a fortalecer los mecanismos institucionales, garantizar la independencia de los órganos de control y recuperar la confianza ciudadana en un país donde la corrupción continúa siendo uno de los principales obstáculos para el desarrollo.
Cabe señalar que, el Índice de Percepción de la Corrupción, Honduras solo supera a Haití, Venezuela y Nicaragua, ubicándose entre los países con peor desempeño en transparencia. Hernández lamentó que el país haya experimentado un descenso en su calificación en el último año, evidenciando un deterioro en la lucha anticorrupción.








