Nicolar Petro, presuntamente recibió dinero del narcotraficante Samuel Santander Lopesierra, ‘El hombre Marlboro’, para la campaña presidencial de su padre.
Vivir en un penthouse de 2 mil 500 millones de pesos colombianos (unos 9 millones de pesos mexicanos), la compra de costosas joyas y retiros bancarios de altas sumas de dinero en efectivo son algunos de los lujos del diputado colombiano Nicolás Petro, hijo del presidente Gustavo Petro, y a quien su exesposa acusa de haber recibido dinero de un narcotraficante.
Así lo reveló este domingo la revista Cambio, que en un reportaje señaló que el hijo mayor del mandatario “lleva un estilo de vida que no parece corresponder a sus ingresos como diputado a la Asamblea del Atlántico”.
Según la investigación, que publicó un extracto bancario del político, en diciembre, Nicolás Petro tuvo gastos que incluyen compras en una joyería y de ropa de marca, tratamientos estéticos, restaurantes y millonarios pagos en hoteles de Barranquilla, capital del departamento caribeño del Atlántico.
“En el extracto de diciembre pasado consta que, de esa cuenta, Nicolás gastó más de 40 millones de pesos (unos 8,300 dólares) y aún así conservó un saldo superior a los 70 millones (unos 14,600 dólares). Cabe anotar que de esa cuenta no salieron pagos de arriendos o hipotecas, cuotas de vehículos o servicios públicos y solo aparece una compra de supermercado”, agregó Cambio.
El escándalo saltó el pasado jueves cuando el presidente colombiano publicó un comunicado en el que se refiere a “información que se rumora en la opinión pública” sobre su hermano Juan Fernando Petro Urrego y su hijo mayor, Nicolás Petro Burgos, por lo que pidió al fiscal general de la nación, Francisco Barbosa, “adelantar todas las investigaciones necesarias y determinar posibles responsabilidades”.
Petro hizo referencia a supuestas reuniones en cárceles donde, según algunas versiones, personas de su entorno estarían haciéndose pasar por miembros del Gobierno para contactar a criminales y ofrecerles su inclusión en el programa de “paz total” a cambio de dinero, una sospecha que recae en su hermano, pero a la que no fue vinculado su hijo.
Sin embargo, horas después, Day Vásquez, exesposa de Nicolás Petro, en una entrevista con la revista Semana, acusó al hijo mayor del presidente de haber recibido dinero del narcotraficante Samuel Santander Lopesierra, alias “El hombre Marlboro”, para la campaña presidencial de su padre que sin embargo nunca llegó a ese destino.
“Eso nunca llegó legalmente a la campaña porque él (Nicolás) se quedó con ese dinero, y así otros”, dijo Vásquez quien aseguró que Lopesierra le entregó al hijo de Petro “más de 600 millones de pesos (unos 124,700 dólares de hoy) para la campaña del papá” y que además recibió 200 millones de pesos (unos 41,500 dólares) del empresario Alfonso “Turco” Hilsaca que tampoco entraron a la campaña.
Igualmente, la revista Semana publicó los “chats” de Petro con Vásquez en los que el político habla de cómo se reunió con algunos miembros del gabinete de su padre como el ministro del Interior, Alfonso Prada, quien supuestamente le dio “10 cupos” en esa cartera para que trabajasen allí familiares y amigos del hijo del mandatario.
Frente a todo lo ocurrido estos días, Petro Burgos decidió este domingo “abstenerse de participar de cualquier tipo de actividad política relacionada con la contienda electoral venidera”, en referencia a las elecciones locales y regionales de octubre en las que se rumoreaba que iba a ser candidato a la Alcaldía de Barranquilla.
“Igualmente doy un paso al costado a los procesos de la Colombia Humana, el Pacto Histórico (movimientos que impulsaron a Petro hacia la Presidencia) y la campaña de Máximo Noriega a la Gobernación del Atlántico hasta ratificar mi inocencia”, añadió.
Frente a la publicación de Cambio, el diputado dijo que “los dineros en cuestión no tienen procedencia ni de la mafia, ni de la corrupción, ni de ninguna actividad ilícita”.
“Eso lo corroboraré ante la justicia como corresponde. Informo a periodistas y medios de comunicación que vulnerar mi espacio de residencia, sin autorización o previa conversación, rayan en el acoso”, expresó.
Esto en referencia a que la periodista Juliana Ramírez, de Cambio, llegó a la vivienda en la que vive el político y le permitieron la entrada tras anunciarse. La reportera duró apenas unos minutos en la vivienda hasta que se fue por petición de Nicolás Petro.
Con información de EFE