- La medida, impulsada por Donald Trump, podría reducir hasta en 500 millones de dólares anuales los envíos de dinero a Honduras, afectando la economía nacional y a miles de familias
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
La reciente aprobación en la Cámara de Representantes de Estados Unidos del plan fiscal promovido por el presidente Donald Trump, ha encendido las alarmas entre economistas hondureños, debido a la inclusión de un controversial impuesto a las remesas enviadas por migrantes en situación irregular.
El gravamen, que oscilaría entre el 3.5% y el 5%, amenaza con tener graves repercusiones para la economía de Honduras.
Luis Guifarro, expresidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), calificó la decisión como “malas noticias para el país”, al recordar que cerca de dos millones de hondureños viven en el extranjero, la mayoría en Estados Unidos.
De aprobarse el impuesto en su forma más alta, Guifarro estima que Honduras podría perder hasta 500 millones de dólares anuales en remesas.
“Si se llega a aprobar este gravamen en su forma actual, la reducción del 5% en las remesas significaría menos ingreso para las familias que dependen de ese dinero, y una menor captación de divisas para el país, lo cual afectaría directamente nuestras reservas internacionales”, advirtió.
El economista señaló que la medida también podría acelerar el deslizamiento del lempira frente al dólar, debido a la disminución en la entrada de divisas.
Esta situación, que ya viene afectando a la economía nacional en los últimos meses, podría agudizarse si la iniciativa se convierte en ley.
Además del impacto macroeconómico, Guifarro destacó que el golpe más fuerte lo recibirán los hogares que dependen de las remesas para sobrevivir.
“Más del 80 % de lo que reciben las familias por concepto de remesas es destinado al consumo. Si reciben menos, consumen menos, y eso a su vez reduce el dinamismo de la economía nacional”, explicó.
Guifarro contextualizó la medida dentro de la política antimigratoria que ha caracterizado a Trump desde su llegada al poder.
“Es coherente con su narrativa de castigar la migración irregular, pero lamentablemente golpea con fuerza a países como Honduras, para los cuales las remesas representan un pilar fundamental de su estabilidad económica y social”, subrayó.
Aunque el proyecto fiscal aún debe ser ratificado por el Senado estadounidense, expertos ya advierten que, de concretarse, el impacto será “directo, severo y duradero” sobre los receptores de remesas, la balanza de pagos, las reservas internacionales y, en última instancia, sobre la calidad de vida de miles de familias hondureñas.