El expresidente de la CCIC advierte que el país necesita crecer al menos 6% para combatir la pobreza, pero el clima de negocios se deteriora y la inversión privada se retrae ante la incertidumbre política.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El expresidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), Eduardo Facussé, aseguró este sábado que el último informe del Barómetro Electoral del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) refleja un país que demanda un cambio de gobierno y una relación estancada entre el sector público y privado.
Facussé advirtió que para transformar las condiciones socioeconómicas, Honduras debe crecer a un ritmo del 5% o 6%, impulsando sectores estratégicos como el agro, la manufactura y la construcción, que actualmente carecen del apoyo necesario.
“El diálogo constructivo con el gobierno ha fracasado”, sentenció, al señalar que el desempeño económico no ha mostrado mejoras respecto a administraciones anteriores.
“Si analizamos las cifras, el crecimiento económico promedio del gobierno de Juan Orlando Hernández —excluyendo el efecto atípico de la pandemia— fue de 3.6 %, y en la actual administración es prácticamente el mismo. Ese nivel es raquítico, no resuelve la pobreza ni mejora la calidad de vida”, enfatizó.
Promesa incumplida de reconciliación
El empresario recordó que la elección de Xiomara Castro en 2021 estuvo acompañada de la expectativa de una “alianza de reconciliación nacional” que nunca se concretó.
“Más bien, el gobierno quedó controlado por un grupo más radical, alineado a la línea Castro-Chavista”, afirmó.
En materia de inversión, Facussé señaló que el clima de negocios se ha deteriorado, lo que ha llevado a que muchos inversionistas posterguen decisiones hasta después de las elecciones.
“La inversión privada se ha retraído. El año pasado se generaron menos de 10,000 empleos formales en el sector privado, cuando la demanda anual es de 150,000; ni siquiera se cubre el 10 % de la necesidad”, advirtió.
Empleo informal no es la salida
Facussé alertó que el empleo informal no debe verse como una solución, ya que no ofrece estabilidad ni desarrollo sostenido.
A su juicio, el país necesita propuestas concretas que recuperen la confianza, atraigan inversión y generen las oportunidades laborales que demanda la población.
“El reto para los candidatos presidenciales es presentar un plan serio para destrabar la economía, fortalecer la relación con el sector privado y sacar a Honduras del estancamiento”, concluyó.