- La directora del CNA critica la narrativa de Libre, acusa al partido de sostener un “socialismo de consignas” sin resultados y afirma que la derrota electoral refleja el desgaste de un gobierno que prometió cambios y entregó insuficiencia.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
La directora del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Gabriela Castellanos, lanzó este lunes uno de sus análisis más contundentes sobre el declive político del partido Libertad y Refundación (Libre).
A través de su cuenta de X, afirmó que el fracaso electoral y narrativo de esa organización no se debe a falta de difusión, sino a la ausencia de propuestas reales y coherentes.
“Cuando la retórica no alcanza para gobernar”, inicia su publicación, en la que asegura que el discurso que Libre intentó presentar como “socialista” terminó siendo una caricatura populista sin teoría, sin coherencia y sin capacidad de traducirse en soluciones para la vida cotidiana del pueblo hondureño.
“Libre no ofreció socialismo, ofreció una versión empobrecida y sin método”
Castellanos cuestiona la narrativa ideológica del partido y señala que su derrota no puede explicarse únicamente desde el conteo de votos. A su criterio, existe una ruptura más profunda entre el relato oficialista y la realidad de la población.
“La ciudadanía no vive de abstracciones ideológicas, sino de urgencias concretas”, escribió, subrayando que los hondureños demandan respuestas sobre precios, empleo, seguridad y servicios esenciales, no discursos inflamados ni consignas recicladas.
Agregó que el pensamiento socialista auténtico implica análisis estructural y comprensión profunda de la sociedad, algo que —según ella— Libre nunca presentó. En su lugar, ofreció un “socialismo de ocasión”, reducido a discursos militantes, improvisaciones y confrontaciones.
“El gobierno gobernó como oposición: señalando enemigos en lugar de producir resultados”
En su análisis, Castellanos atribuye el desgaste del oficialismo a una gestión marcada por la confrontación y la victimización permanente.
Durante cuatro años —señala— Libre actuó como si aún estuviera en campaña, enfocándose en culpar a terceros en lugar de asumir responsabilidades. “Gobernar no es buscar culpables; es producir resultados. Y al no hacerlo, vaciaron su propio relato”, afirmó.
Criticó también que la candidatura oficialista terminó simbolizando continuidad y no renovación, defendiendo errores en lugar de corregirlos y alejándose de las necesidades prácticas de la ciudadanía.
“El pueblo no castiga ideología; castiga incompetencia”
Castellanos fue especialmente directa al describir la desconexión entre el discurso de Libre y la realidad nacional:
- “Ninguna revolución es creíble cuando la gente hace fila en un hospital sin recibir atención.”
- “Ningún discurso antimperialista llena el vacío de un salario que no alcanza para empezar el mes.”
Según la directora del CNA, los hondureños no buscan teorías políticas, sino soluciones concretas a problemas cotidianos. Sin embargo, acusó a Libre de radicalizarse, volverse abstracto y encerrarse en su propio lenguaje interno, alejándose de las prioridades del país.
“El resultado es claro: el pueblo hondureño rechazó un discurso vacío, lleno de palabras grandes y resultados pequeños”, concluyó.
Una advertencia para todo el espectro político
Castellanos cerró su mensaje con una reflexión que extiende más allá del oficialismo: “El pueblo no castiga la ideología; castiga la incompetencia.”
Sus palabras se suman al creciente escrutinio público sobre el desempeño del gobierno de Libre y su desgaste político, especialmente tras los resultados electorales y las tensiones que han surgido en el país durante el escrutinio.








