• Nasralla lidera en dos sondeos, Moncada en uno y Asfura en otro; los resultados reflejan un panorama dividido y altamente competitivo.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
La contienda electoral en Honduras entra en su recta final marcada por la llamada “guerra de encuestas”.
A 61 días de las elecciones generales del 30 de noviembre, cuatro estudios de opinión difundidos en las últimas horas muestran escenarios contrastantes sobre quién encabeza la intención de voto presidencial.
La firma regional CID Gallup reveló su más reciente sondeo en el que el candidato del Partido Liberal, Salvador Nasralla, aparece a la cabeza con 27%, seguido muy de cerca por Rixi Moncada de Libre con 26% y Nasry Asfura del Partido Nacional con 24%.
Un panorama cerrado, con apenas tres puntos de diferencia entre los principales aspirantes.

Por su parte, la encuestadora Paradigma, en su estudio Ómnibus #9 realizado en septiembre, también coloca a Nasralla en primer lugar con 28.38%, seguido de Asfura con 25.41% y más atrás Moncada con 14.32%.
El mismo sondeo resalta que aún existe un segmento importante de indecisos: 22.25% dijo que no votaría por ninguno y un 8.79% no respondió.

En contraste, la encuesta de la agencia mexicana TResearch presenta un escenario completamente distinto: Rixi Moncada lidera con 48.8% de intención de voto, frente a 27.1% para Nasralla y 17.5% para Asfura, ampliando una ventaja de más de 20 puntos.

Mientras tanto, el estudio de la encuestadora Tracking posiciona a Nasry “Tito” Asfura en el primer lugar con 34%, seguido de Nasralla con 31% y Moncada con 18%, confirmando lo ajustada y cambiante que puede ser la disputa por el voto.

Lectura de los resultados
En resumen, Nasralla lidera en dos encuestas (CID Gallup y Paradigma), Moncada en una (TResearch) y Asfura en otra (Tracking).
Estas diferencias reflejan lo competitivo y fragmentado del electorado, así como la influencia que tendrán los votantes indecisos y la participación de última hora.
Analistas señalan que, más allá de quién encabece cada estudio, la disparidad en los resultados revela que la campaña entrará en una fase decisiva, donde la construcción de alianzas, el voto indeciso y la capacidad de movilización serán factores determinantes en el desenlace electoral.