19.1 C
Tegucigalpa
lunes, noviembre 25, 2024
spot_img
spot_img

Hay que estar listos para más desafíos sanitarios tras el COVID-19, advierte experta

spot_img

Una vez que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el fin de la emergencia sanitaria por el COVID-19, la humanidad debería prepararse para encarar nuevos desafíos sanitarios, sobre todo los relacionados con el cambio climático, según opinó la epidemióloga ecuatoriana Catalina Yépez.

Que la OMS haya dado por finalizada la alerta sanitaria supone que los países “podemos estar más tranquilos” sobre la COVID-19, y es como si hubiésemos “vuelto a la vida antes de 2020, antes de la pandemia”, agregó en entrevista la exconsejera de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Para ella, las altas coberturas de vacunación, la liberación de la presión sobre los sistemas sanitarios, la bajada importante del contagio y la mortalidad, entre otros factores, han permitido a la OMS poner fin a la emergencia que representó una incesante activación de procesos y estrategias para encarar la pandemia.

Sin embargo, “bajo ningún concepto” hay que considerar que “el COVID-19 se ha ido y que la pandemia, como tal, haya terminado”, añadió tras asegurar que “lo que viene, de aquí en más, es empezar a pensar con más fuerza sobre el ‘long covid’ o covid persistente, ya que no se conocen aún las secuelas” que pueda generar este tipo de enfermedad a largo plazo, sostuvo la especialista.

Además, hay que afrontar los estragos que generó la pandemia en torno a cuadros de ansiedad y depresión, así como las afecciones cadiovasculares en personas que se contagiaron hace ya tiempo.

“El covid se ha quedado y se suma a enfermedades respiratorias como la influenza” y otras afecciones causadas por virus como la denominada “gripe aviar” que ha saltado ya a humanos, recordó Yépez.

Luego de tres años de pandemia, que incluyó importantes periodos de confinamiento masivo -con escenarios que generaron pánico-, es importante recoger las enseñanza.

Para Yépez, el uso de la cubrebocas fue uno de los elementos icónicos del periodo COVID-19, por lo que su utilización debería mantenerse.

La gente debería tener la libertad de usar cubrebocas “cuando crea que lo requiere, por ejemplo en ambientes cerrados, en aglomeraciones“, pues reduce la carga viral y la posibilidad de contagio.

“La pandemia marcó un punto de inflexión y la mascarilla marcó una actitud para enfrentarla”, sostuvo la especialista al considerar que la humanidad no está libre de eventuales episodios similares.

En la actualidad, una de las principales amenazas para la salud pública es el cambio climático, pues las altas y bajas temperaturas “favorecen a la adaptación de muchos agentes patógenos como virus y bacterias”.

En las Américas, agregó Yépez, hay una proliferación del virus chikungunya, una amenaza que podría acentuarse por el cambio climático, más aún cuando se prevé que en este año se presente con mayor fuerza el fenómeno de El Niño.

La especialista no dudó al afirmar que “la próxima pandemia va a llegar, lo que no se sabe es cuándo” y por ello la gente debe tomar conciencia de las amenazas y recoger las enseñanzas surgidas con el COVID-19.

En Ecuador, cuyo primer caso de COVID-19 se registró el 29 de febrero de 2020, se han reportado durante la pandemia un millón 61 mil 100 casos positivos de contagio y 36 mil 19 muertos, según una estadística difundida esta semana.

Con información de EFE

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img