•El sistema avanza sobre el Caribe con alta probabilidad de intensificarse; las lluvias de los últimos días dejan 16 muertos, miles de damnificados y severos daños en varias regiones del país.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Honduras se mantiene en alerta máxima ante la amenaza de una onda tropical activa sobre el arco de las Antillas Menores, la cual podría convertirse en huracán en los próximos días, según advirtió este domingo la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco).
De acuerdo con el más reciente informe de la institución, el sistema se desplaza a una velocidad de 25 kilómetros por hora hacia el mar Caribe. Aunque aún no presenta una circulación cerrada, los meteorólogos indican que muestra signos de desarrollo lento, lo que mantiene la atención de los organismos de protección civil.
Las proyecciones del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) indican una probabilidad de desarrollo ciclónico del 30% en dos días y del 70% en siete días, cifras que incrementan la posibilidad de impacto indirecto o directo sobre el territorio hondureño.
Ante este escenario, Copeco informó que mantiene un monitoreo permanente y pidió a la población seguir únicamente los reportes oficiales, a fin de evitar desinformación.
“Mantenemos información objetiva y actualizada sobre la evolución de este y otros sistemas durante la temporada ciclónica 2025”, señaló la institución en un comunicado.
Alertas activas y medidas de emergencia
La alerta roja —el máximo nivel de emergencia— permanece vigente por 24 horas más en los departamentos de Valle, Choluteca y el Distrito Central (Francisco Morazán), debido a la crecida de los ríos Choluteca y Goascorán como resultado de las intensas lluvias.
Esta medida implica la ejecución inmediata de planes de evacuación y el traslado de familias a zonas seguras previamente establecidas por los comités municipales de emergencia.
En paralelo, siete departamentos del centro, occidente y oriente del país se mantienen bajo alerta amarilla, mientras que tres departamentos y ocho municipios del norte y Caribe —en Cortés, Yoro y Atlántida— permanecen en alerta verde, como medida preventiva ante posibles inundaciones y deslizamientos.
Impacto humano y daños materiales
Las lluvias ya han cobrado la vida de 16 personas, según los reportes más recientes de los cuerpos de socorro y protección civil.
La víctima más reciente fue un joven de 22 años, quien murió por sumersión al intentar cruzar en motocicleta un río crecido en la aldea San Juan del Rancho, al este de Tegucigalpa. Su cuerpo fue recuperado por el Cuerpo de Bomberos tras un día de intensa búsqueda.
En total, 34,073 personas han resultado afectadas, agrupadas en 7,075 familias, muchas de ellas evacuadas preventivamente. Además, 3,735 viviendas presentan daños, 87 han sido destruidas completamente y 97 comunidades permanecen incomunicadas.
El jefe de Operaciones de Copeco, Luis Salinas, detalló que se contabilizan seis puentes destruidos, uno dañado y 15 carreteras afectadas, principalmente en las regiones sur y centro del país.
Capital bajo presión
En Tegucigalpa, las lluvias continúan causando graves daños: calles inundadas, deslizamientos de tierra y viviendas anegadas, lo que ha obligado a las autoridades municipales a redoblar las labores de limpieza y monitoreo en zonas vulnerables.
De acuerdo con el pronóstico, la causa principal de las precipitaciones es una vaguada en superficie asociada a un sistema de baja presión al sur del Golfo de Fonseca, que genera abundante nubosidad, lluvias y actividad eléctrica en gran parte del territorio nacional. Los chubascos más intensos se registran en el occidente, sur y centro del país.
Llamado a la población
Las autoridades reiteraron el llamado a respetar las alertas vigentes, mantenerse en zonas seguras y seguir las recomendaciones de Copeco y del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), ante el peligro que representa esta onda tropical que podría evolucionar a huracán y agravar la emergencia en varias regiones del país.