TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Honduras vuelve a encender las alarmas por la creciente ola de accidentes de tránsito que en lo que va del 2025 ya ha cobrado la vida de 833 personas, según datos proporcionados por la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT).
El titular de la SIAT, Darwin Hernández, detalló que el país registra 8,600 siniestros viales en lo que va del año, lo que equivale a un promedio de entre cinco y seis muertes diarias, consolidando a los accidentes como la segunda causa principal de muerte violenta, solo superada por los homicidios.
Durante 2024, el país cerró con un saldo devastador de 16,240 accidentes y 1,600 fallecidos, y de continuar la tendencia actual, las cifras del 2025 podrían incluso superar ese trágico récord.
“Los factores son los mismos cada año: exceso de velocidad, conducción bajo efectos del alcohol o drogas, irrespeto a las señales, imprudencia del peatón, fallas mecánicas y maniobras peligrosas como adelantar en zonas de alto riesgo”, advirtió Hernández.
También señaló el aumento de conductores que intentan rebasar en cercanías de cruces, incrementando el riesgo de colisiones frontales.
Las tragedias en carretera suelen derivar en colisiones múltiples, volcamientos, despistes, atropellos y hasta aplastamientos, dejando no solo muertos sino también centenares de heridos con secuelas permanentes.
Pese a campañas de prevención, operativos de control y reformas parciales al marco legal de tránsito, la cultura vial en Honduras sigue marcada por la imprudencia y la impunidad, mientras miles de familias quedan enlutadas por accidentes perfectamente evitables.
Autoridades de la DNVT han reiterado llamados a la conciencia ciudadana, pero analistas y expertos en movilidad consideran que sin una política pública integral que incluya inversión en infraestructura segura, transporte público digno, educación vial obligatoria y una vigilancia más estricta, la tragedia seguirá repitiéndose año con año.