- La diputada de Libre, cuestionada por repartir cheques y recursos de Sedesol en Copán, se promueve para 2026-2030 bajo el amparo de la impunidad y la indiferencia institucional.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
En Honduras, los escándalos rara vez sepultan carreras políticas. La diputada de Libre por Copán, Isis Carolina Cuéllar, señalada este año por su vinculación en la entrega de cheques y recursos de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) a estructuras partidarias, reaparece en redes sociales con aspiraciones intactas y sin rendir cuentas.
Ayer domingo, Cuéllar compartió una nueva publicación con el mensaje: “-91 días para la victoria del pueblo #Rixipresidenta #IsisDiputada”. En la imagen, aparece sonriente en una obra en construcción, acompañada de un rótulo que la proyecta como diputada para el periodo 2026-2030.
La estrategia es clara: mostrar gestión, obras y cercanía con el electorado, mientras la memoria de los cuestionamientos queda enterrada bajo concreto fresco.
Un video filtrado la expuso junto al exministro de Sedesol, José Carlos Cardona, discutiendo la entrega de equipos y cheques de hasta 100 mil lempiras, supuestamente distribuidos entre estructuras de Libre en Copán.
Aunque se habló de su suspensión interna, la congresista nunca enfrentó consecuencias reales.
La publicación encendió las redes sociales. Entre quienes la aplauden como “la mejor diputada de Copán” y quienes le recuerdan los señalamientos de corrupción, el debate evidencia un país donde la confianza ciudadana se erosiona, pero el clientelismo político mantiene vigentes las candidaturas.
En lugar de transparencia, Cuéllar opta por proyectarse como parte del proyecto oficialista rumbo a 2026. Y en lugar de rendir cuentas, exhibe seguridad: en Honduras, la impunidad no interrumpe campañas, las alimenta.
