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miércoles, diciembre 17, 2025
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Jefe militar abre la puerta a que el Congreso defina al presidente si el CNE fracasa en su deber constitucional

  • Roosevelt Hernández advierte que, si no hay declaratoria electoral al 30 de diciembre, el proceso pasará al Congreso Nacional, en un escenario que evidencia la gravedad de la crisis institucional

TEGUCIGALPA, HONDURAS. – 

Las declaraciones del jefe del Estado Mayor Conjunto, general Roosevelt Hernández, dejaron al descubierto la profundidad de la crisis electoral que atraviesa Honduras, al advertir que, si el Consejo Nacional Electoral (CNE) no emite la declaratoria oficial de las elecciones generales el 30 de diciembre, el proceso deberá trasladarse al Congreso Nacional, tal como lo establece la Constitución de la República.

Aunque el alto mando militar afirmó que las Fuerzas Armadas respaldarán los resultados que emita el CNE, sus palabras evidencian un escenario límite: el posible fracaso del órgano electoral en cumplir con su mandato constitucional, lo que abriría una ruta excepcional para definir la presidencia del país.

“Hay que leer la Constitución; si no hay resultados al 30 de diciembre por el CNE, eso pasa al Congreso Nacional y ellos determinarán quién es el candidato presidente para que haya alternabilidad”, expresó Hernández, en un mensaje que ha generado inquietud en sectores políticos y ciudadanos por las implicaciones que tendría que el Legislativo asuma una atribución extraordinaria.

El jefe castrense explicó que la Carta Magna contempla este mecanismo para evitar un vacío de poder, otorgando al Congreso la facultad de actuar cuando el ente electoral no cumple con los plazos legales.

Sin embargo, analistas advierten que este escenario reflejaría una grave erosión de la institucionalidad democrática y un precedente delicado para futuros procesos electorales.

Hernández agregó que, si tampoco fuera posible una definición desde el Congreso, la Constitución prevé un llamado al gabinete de gobierno, presidido por el ministro de Gobernación, como última instancia para garantizar la continuidad del Estado y la alternancia en el poder.

“Si no me equivoco, se hace un llamado al gabinete, donde el ministro de Gobernación lo preside y garantizaría la alternabilidad del poder”, señaló, dejando entrever un panorama de alta inestabilidad política si el proceso electoral no se encauza dentro de la legalidad ordinaria.

Si bien el general insistió en que las Fuerzas Armadas mantendrán una postura de neutralidad y respeto a la ley, sus declaraciones confirman que el país se aproxima a un punto crítico, en el que la incapacidad del CNE para concluir el proceso podría trasladar una decisión eminentemente electoral a instancias políticas, profundizando la polarización y la desconfianza ciudadana.

El jefe del Estado Mayor Conjunto dijo confiar en que el CNE logre emitir los resultados dentro del plazo establecido, pero su advertencia deja claro que el reloj constitucional avanza y que Honduras se enfrenta a un escenario inédito, donde el incumplimiento del órgano electoral podría desencadenar una solución de emergencia con altos costos institucionales.

Las palabras del máximo jerarca militar se producen en medio de un prolongado estancamiento del escrutinio especial, cuestionamientos a la gestión del proceso electoral y una creciente presión nacional e internacional para que se respete la voluntad popular expresada en las urnas.

Más allá del mensaje de apego a la Constitución, la advertencia deja una señal contundente: el país está al borde de que una crisis electoral derive en una crisis de gobernabilidad, con consecuencias imprevisibles para la democracia hondureña.

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