FRANCISCO MORAZÁN, HONDURAS.
A 3 años del mandato de Xiomara Castro, la socióloga y exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, señaló que, el partido Libertad y Refundación (Libre), inició este 27 de enero una cuenta regresiva hacia las elecciones generales, marcada por una compleja coyuntura política, económica y social.
De acuerdo con el escrito de Castellanos, contrastó este último año de gobierno de la mandataria hondureña, con el primer año del segundo período del presidente estadounidense, Donald Trump, subrayando el impacto de las políticas migratorias y económicas que este último ha implementado desde su retorno al poder.
Puntualizó que, “no es lo mismo imaginar cómo sería el Gobierno del presidente Trump, que estar frente a sus políticas. Tocará a la presidenta Xiomara Castro gobernar su último año, en correspondencia con el primer año del Gobierno de Donald Trump”.
Asimismo, remarcó que, la manecilla del discurso ha girado, suavizando el tono y el mensaje frente a Estados Unidos desde la victoria de Trump.
Además, plasmó que, esto se refleja en la falta de respuesta a la embajadora Dogu y en el distanciamiento de algunos funcionarios, en la dinámica de confrontación que Libre había mantenido con Washington.
Asimismo, destacó indicadores preocupantes que pintan un panorama sombrío para el país: Honduras lidera en la región con ciudadanos que buscan asilo en Estados Unidos (27,888 varados en México), encabeza el índice de Riesgo-País con 411 puntos y registra una pobreza del 68.9 por ciento.
Igualmente, refirió las remesas representan el 27 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), una dependencia que, según Castellanos, deja al país vulnerable ante cualquier cambio en las políticas estadounidenses.
En el mensaje Castellanos enfatizó que, “el gobierno ha priorizado alianzas con China y Rusia, mientras ignora oportunidades con España y Estados Unidos. Esto ha tenido consecuencias económicas y diplomáticas que afectan directamente al país”.
También, recordó el rechazo de un préstamo español para hospitales y la apertura de relaciones con China que no ha generado los resultados esperados, como la crisis en la industria camaronera del sur.
A la vez, reprochó la falta de confianza en las instituciones estatales, marcando que el Poder Judicial, Legislativo y el Ejecutivo han caído en prácticas de nepotismo, corrupción y confrontación política.
De igual forma, aseguró que, la Comisión Internacional contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (CICIH), “no vendrá. Las condiciones impuestas por la Organización de Naciones Unidas (ONU) no se han dado”.
De esta manera, “la Corte Suprema de Justicia (CSJ), llegó para legitimar capitales de procedencia ilícita, ha cumplido a plenitud la misión de devolver los bienes incautados, sobreseer juicios y “limpiar” rostros y nombres, aunque los magistrados/as ensucien el suyo. El Poder Legislativo llegó a aprobar nuevos pactos de impunidad, más paralizado que trabajando, y con puntualidad distribuyendo dinero a algunos diputados, a imagen y semejanza del Gobierno anterior”, especificó.
Conjuntamente analizó el papel de Honduras en la presidencia pro tempore de la CELAC, que termina este mes, expresando que, las diferencias internas en la región y la falta de consenso han debilitado la posición de Honduras en el bloque, “la reciente declaración de Tegucigalpa fue rechazada por 10 países, reflejando el aislamiento del liderazgo hondureño”.
