La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) alertó en un informe la persistente violencia y «especial crueldad» que sufren las mujeres y las niñas en Honduras, donde 386 fueron asesinadas en 2023, y señaló que su erradicación requiere «esfuerzos coordinados» entre todos los poderes en el país.
«A pesar de los esfuerzos del Estado para fortalecer el marco normativo e institucional de prevención y protección contra la violencia de género, la Comisión observa con preocupación que persiste la violencia y especial crueldad contra mujeres, niñas y adolescentes en el país, en particular la violencia femicida, sexual y doméstica», indicó la CIDH en un informe presentado hoy en Tegucigalpa tras su visita «in loco» en abril del año pasado.
Tolerancia
Las mujeres indígenas y 547 defensoras de derechos humanos «continúan mayormente expuestas a la violencia de género» en Honduras, señaló la CIDH, tras destacar que los discursos de odio contra las mujeres «se han exacerbado, llevando a la mayor tolerancia de la violencia contra ellas».
Además, ve con preocupación que «persisten los patrones de extrema crueldad y ensañamiento sobre los cuerpos de las mujeres», lo que incluye mutilaciones, desmembramientos, desfiguración del rostro y quemaduras.
El organismo, autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), precisó que la mayoría de las mujeres en Honduras mueren a causa de heridas de arma de fuego usadas por sus agresores y en espacios privados.
Estado de Honduras
El Estado de Honduras atribuye la muerte violenta de mujeres a la criminalidad por «conflictividad social, que incluye problemas personales, riñas, violencia doméstica, violencia intrafamiliar, barras y equipos», una situación que la CIDH cree que «invisibiliza la gravedad de la violencia» y fomenta la tolerancia social a este flagelo.
«La violencia de género contra las mujeres, incluyendo la ejercida por integrantes del crimen organizado, es un factor determinante en el desplazamiento forzado de mujeres, niñas y adolescentes en Honduras», una situación que también representa «un grave riesgo de ser nuevamente victimizadas», resaltó.
La CIDH manifestó «su alarma» ante las altas cifras de violencia sexual contra mujeres en Honduras, así como la impunidad que rodea esos casos y los desafíos que enfrenta el país para prevenir, atender y sancionar la violencia de género.
Retardo
También ve con preocupación «el retardo» en la adopción de legislación para prevenir, proteger, investigar y sancionar la violencia contra las mujeres, por lo que señaló que erradicar este flagelo requiere «esfuerzos coordinados» de todos los poderes del Estado.
«Es necesario adoptar un marco legislativo y políticas públicas integrales, multisectoriales y multifacéticas, con perspectiva de género, que visibilicen el desequilibrio estructural que enfrentan en el goce de sus derechos, con el objetivo de prevenir, proteger y garantizar el ejercicio de sus derechos en condiciones de igualdad», apuntó la CIDH.
La Comisión recomendó al Estado hondureño fortalecer el marco normativo de protección de los derechos de las mujeres y adoptar políticas y legislación para superar los obstáculos en el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos.
Con información de EFE