Con banderas y consignas, dirigentes y simpatizantes del Partido Nacional claman por elecciones puntuales y acusan al oficialismo de querer bloquear el proceso
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Cientos de simpatizantes y dirigentes del Partido Nacional se tomaron este domingo 27 de julio las calles de Tegucigalpa bajo el lema “Defensa de la democracia”, en una masiva movilización que culminó frente a las oficinas del Consejo Nacional Electoral (CNE) a inmediaciones del Hospital San Felipe de la capital.
El objetivo: exigir que se respete el calendario electoral y que las elecciones generales se celebren, como está previsto, el próximo 30 de noviembre.
La marcha arrancó desde las cercanías de la panadería El Bambino, con los asistentes portando banderas azul y blanco, pancartas y gritando consignas a favor de la institucionalidad y el derecho ciudadano a elegir libremente a sus gobernantes.
Durante el recorrido, el jefe de bancada nacionalista, Tomás Zambrano, aseguró que “la democracia está en peligro” y acusó al partido oficialista, Libertad y Refundación (Libre), de intentar frenar el proceso electoral.
“Libre no quiere elecciones, porque sabe que no tiene ninguna oportunidad de ganarlas. No cuenta con el respaldo popular”, afirmó.
En un discurso enérgico, el candidato presidencial nacionalista Nasry “Tito” Asfura hizo un llamado a los hondureños a rechazar “ideologías fracasadas” que, según él, amenazan con cambiar el rumbo del país.
“Ideologías extrañas no vendrán a cambiar a Honduras. El 30 de noviembre tenemos que ir todos a defender la democracia”, dijo ante una multitud reunida frente a un estrado instalado.
“Primero está Honduras, y hay que defenderla con todo nuestro amor y fuerza”, añadió Asfura, exalcalde del Distrito Central.
La movilización se da en un contexto de creciente tensión política, tras la renuncia aún no oficializada de una consejera del CNE y la falta de consensos entre las fuerzas políticas para garantizar la organización de los comicios.
Mientras tanto, desde la oposición se acusa al gobierno de buscar retrasar o incluso manipular el proceso, señalamientos que el oficialismo ha rechazado rotundamente.
Para la diputada nacionalista Lissy Cano, la marcha sobrepasó los colores partidarios: “Hoy estamos más que como nacionalistas, estamos como ciudadanos que queremos vivir en democracia y defender nuestra libertad”.
Con esta movilización, el Partido Nacional envía un mensaje de alerta sobre lo que considera amenazas a la estabilidad institucional y al derecho ciudadano a votar.
A cuatro meses de las elecciones generales, la presión social y política aumenta, mientras el país continúa sin resolver las trabas que podrían poner en riesgo la jornada electoral del 30 de noviembre.