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viernes, noviembre 22, 2024
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«La economía que mata, excluye, contamina» no es economía, sino su «perversión»: Papa Francisco

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Ciudad del Vaticano – El papa aseguró hoy que «la economía que mata, que excluye, que contamina», no es una economía, sino su «perversión», en un mensaje online enviado a los participantes en el IV encuentro anual «La Economía de Francisco», con jóvenes empresarios y directivos de todo el mundo.

«La economía que mata, que excluye, que contamina, que produce guerra, no es economía: otros la llaman economía, pero es sólo un vacío, una ausencia, es una enfermedad, una perversión de la economía misma y de su vocación», explicó a los participantes en el encuentro que se celebra desde hoy hasta el próximo domingo en Asís (centro de Italia).

Según el pontífice, «las armas producidas y vendidas para las guerras, los beneficios obtenidos a costa de la piel de los más vulnerables e indefensos, como los que abandonan su tierra en busca de un futuro mejor, la explotación de los recursos y de los pueblos que roban la tierra y la salud: todo esto no es economía».

«Es sólo arrogancia, violencia, es sólo un montaje depredador del que liberar a la humanidad», enfatizó.

Para Francisco, la economía está en «los puestos de mercado, así como los centros neurálgicos de las finanzas internacionales; está la economía concreta hecha de rostros, miradas, personas, de pequeños bancos y empresas, y está la economía tan grande que parece abstracta de multinacionales, estados, bancos, fondos de inversión».

Junto a «la economía del dinero, de las primas y los altos salarios» hay «una economía de los cuidados, de las relaciones humanas, de salarios demasiado bajos para vivir bien. ¿Dónde está la coincidencia entre estos opuestos? En la auténtica naturaleza de la economía: ser un lugar de inclusión y cooperación, una generación continua de valor que se crea y se pone en circulación con los demás».

En su mensaje, el papa también destacó que «el gigantesco negocio de las armas nunca tendrá nada en común con la economía de la paz» y que «la economía que contamina y destruye el planeta no encuentra síntesis con la que lo respeta y preserva».

Y pidió la inclusión de los más desfavorecidos: «No basta pensar sobre y para los pobres, sino con los pobres, con los excluidos. Incluso en teología hemos ‘estudiado a los pobres’ demasiadas veces, pero hemos estudiado poco ‘con los pobres’: de ser objeto de la ciencia deben pasar a ser sujetos, porque cada persona tiene historias que contar, tiene un pensamiento sobre el mundo».

«La primera pobreza de los pobres es ser excluidos de opinar, excluidos de la posibilidad misma de expresar un pensamiento que se considere serio. Se trata de dignidad y respeto, demasiado a menudo negados», agregó.

Francisco también expresó su aprecio por los jóvenes – «Me alegro (…) de saber que vuestro trabajo para reactivar la economía sigue adelante con fruto, entusiasmo y compromiso»- y también por las mujeres.

«Hasta ahora, la mirada sobre el hogar que se ha impuesto ha sido la de los hombres, la de los varones, generalmente occidentales y del norte global» y se «dejado fuera durante siglos -entre otras- la mirada de las mujeres: si hubieran estado presentes, nos habrían hecho ver menos bienes y más relaciones, menos dinero y más redistribución, más atención a los que no tienen, más realidad y menos abstracciones, más cuerpo y menos cháchara».

La conferencia «La economía de Francisco» es una idea del propio papa que reúne a jóvenes empresarios, economistas y directivos de todo el mundo para impulsar un proceso de diálogo inclusivo y de cambio global hacia una nueva economía. 

Con información de EFE

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