De acuerdo con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, 41 personas murieron tras una explosión en una mina de carbón en la provincia de Bartin, en el norte de Turquía.
Antes, el ministro del Interior de ese país, Suleyman Soylu, había informado que 58 mineros fueron rescatados y que 10 personas permanecían en el hospital.
Unos 110 trabajadores estaban al interior de la mina en el momento de la explosión.
De ellos, casi la mitad realizaban trabajos a más de 300 metros de profundidad.
Familiares y amigos de los mineros se concentraron en la zona a la espera ansiosa de noticias de sus seres queridos.
Con la recuperación del cuerpo de la persona que se encontraba desaparecida se pone fin a la operación de rescate, más de 20 horas después de la explosión.
Erdogan, quien se encuentra en la mina, prometió una investigación exhaustiva para establecer la causa de la explosión.
La fiscalía local ha iniciado una investigación.
Zona «riesgosa»
Al caer la noche, los trabajadores de emergencia estaban excavando en la roca para tratar de llegar a más sobrevivientes.