- A pesar de la declaración de un estado de emergencia sanitaria desde 2022, que facilita las compras directas, tanto pacientes como personal médico se han visto obligados a adquirir medicamentos e insumos de su propio bolsillo
- La Secretaría de Salud redujo en L 429 millones el presupuesto destinado a medicamentos e insumos; sin embargo, 1.9 millones de pacientes pagaron por recibir sus medicamentos en establecimientos de salud
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
La Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), capítulo hondureño de Transparencia Internacional, evidenció este martes que la ineficiencia en la gestión presupuestaria de la Secretaría de Salud (Sesal) tiene un gran impacto en la vida de los pacientes, trabajo del personal de salud, y debilitamiento de la respuesta oportuna en los hospitales y centros de salud públicos, afectando especialmente a la población más vulnerable.
A pesar de que el Gobierno declaró estado de emergencia sanitaria desde 2022 para agilizar la compra de medicamentos y garantizar el abastecimiento, la Sesal redujo en octubre de este año L 429 millones del presupuesto destinado a la adquisición de productos farmacéuticos y medicinales. Este recorte, según datos oficiales, deja el presupuesto vigente en L 1,961 millones, de los cuales aún quedan sin ejecutar L 848 millones, equivalentes al 43 %. Esta falta de ejecución limita el acceso de medicamentos e insumos necesarios para brindar atención de calidad a los usuarios, la más perjudicada es la población más pobre, cuya única alternativa de atención médica es acudir a los centros asistenciales del sistema público.
Una veeduría social realizada por ASJ en septiembre pasado revela que el 36 % de los pacientes del sistema de salud pública no tiene un ingreso mensual y 29 % tiene un ingreso menor o igual a L 6,000.
La consulta, efectuada en establecimientos de salud pública de 12 departamentos del país, destaca que 21 % de los pacientes (equivalente a 1.8 millones) mencionaron recibir los medicamentos incompletos o ninguno, y 22 % (equivalente a 1.9 millones) expresó que debió pagar por ellos en el establecimiento de salud.
Por otro lado, el 6% de los pacientes (equivalente a 534,202) indicó que compró materiales para recibir un procedimiento médico, entre ellos: gasas de algodón, hilo para sutura, batas y mascarillas descartables, agua oxigenada, alcohol, jeringa, algodón, aguja, catéter o hisopos.
Por su parte, 59 % de personal médico y de enfermería mencionó no contar con todos los insumos para hacer su trabajo y 43 % del personal médico y enfermería expresó que compró insumos médicos para hacer su trabajo.
Ante estos hallazgos, ASJ recomienda poner fin al estado de emergencia sanitaria y garantizar que la compra de medicamentos se realice a través de licitaciones públicas transparentes y oportunas. Además, se insta a prohibir la reducción del presupuesto destinado a medicamentos y a mejorar la planificación y ejecución presupuestaria, ya que la falta de recursos y una gestión ineficiente vulneran el derecho humano a la vida y el derecho de la población hondureña a recibir atención médica gratuita y de calidad.