La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado este miércoles que responsables de salud de China han presentado finalmente datos sobre casos de COVID-19 al grupo de expertos de la organización, particularmente secuenciaciones del genoma, y subrayó que por ahora no ha identificado en ellos mutaciones del virus.
Sin embargo, ha reiterado la «necesidad crítica y la importancia de realizar análisis adicionales, así como de compartir los datos de secuencias para comprender la evolución del SARS-CoV-2.
«Ninguna nueva variante o mutación significativa ha sido identificada en los datos de secuenciación públicamente disponibles», señaló en un comunicado la OMS tras una reunión del grupo de sus expertos sobre la evolución del virus de la Covid con representantes del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China (CDC).
Concretamente, según los datos presentados por el Centro Chino de Control y Prevención de Enfermedades, el 97,5 por ciento de los contagios por COVID-19 en China están producidos por variantes de ómicron que ya son conocidas y están circulando en Europa.
También se detectaron algunos otros sublinajes conocidos de ómicron, aunque «en porcentajes bajos». «Estas variantes son conocidas y han estado circulando en otros países», señalaron.
A fecha de 3 de enero, se han enviado 773 secuencias de China a la base de datos, la mayoría (564 secuencias) recogidas después del 1 de diciembre. De ellas, solo 95 están etiquetadas como casos adquiridos localmente, 187 como casos importados y 261 no tienen esta información proporcionada.
De los casos adquiridos localmente, el 95 por ciento pertenecen a los linajes BA.5.2 o BF.7. Esto coincide con los genomas de viajeros procedentes de China enviados a esa base de datos por otros países. «No se ha observado ninguna nueva variante o mutación de importancia conocida en los datos de secuencias disponibles públicamente», insiste la OMS.
En cualquier caso, el Grupo Asesor Técnico sobre la Evolución del Virus de la OMS ha reiterado la «necesidad crítica y la importancia de realizar análisis adicionales, así como de compartir los datos de secuencias para comprender la evolución del SARS-CoV-2 y la aparición de mutaciones o variantes preocupantes».
«Mantener altos niveles de vigilancia genómica representativa en China y en todo el mundo, anotar las secuencias genómicas con metadatos clínicos y epidemiológicos pertinentes y compartir rápidamente esos datos son los pilares de una evaluación oportuna del riesgo mundial», han remachado.
Al margen de China, la OMS ha instado a todos los países a que «continúen atentos, vigilen y notifiquen las secuencias, y realicen análisis independientes y comparativos de los distintos sublinajes de ómicron, en particular sobre la gravedad de la enfermedad que causan». Por otra parte, el organismo sanitario internacional también está evaluando el rápido aumento de la subvariante XBB.1.5 en Estados Unidos y otros países. Por ello, se está llevando a cabo una evaluación actualizada del riesgo de esta variante.
En la reunión, celebrada el martes después de numerosas peticiones de la OMS a China para que compartiera más información sobre la actual explosión de casos en el gigante asiático, se presentaron datos sobre más de 2.000 genomas de positivos por COVID-19 recogidos y secuenciados desde el 1 de diciembre de 2022.