Los agentes arrestaron a Bernardo Romao Correa Neto después de que regresara de un viaje a EE.UU., en donde participó en un curso del Colegio Interamericano de Defensa.
BRASIL.
(RT)- La Policía Federal de Brasil arrestó este domingo a un coronel del Ejército brasileño, investigado por su presunta participación en los ataques del 8 de enero de 2023 a las sedes de los tres poderes en Brasilia que buscaban derrocar al recién asumido presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
Según los medios locales, el coronel Bernardo Romao Correa Neto, fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Brasilia, tras regresar de un viaje a EE.UU., en donde formó parte de un curso del Colegio Interamericano de Defensa. Se lo acusa de presunta participación en los delitos de intento de golpe de Estado y abolición del Estado democrático de derecho.
De acuerdo con la investigación, Correa Neto habría organizado una reunión de oficiales de las Fuerzas Especiales del Ejército el 28 de noviembre de 2022, un mes después de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que ganó Lula, para abordar un golpe de Estado. El acusado era por entonces el asistente del Comando Militar del Sur, nombrado como hombre de confianza del teniente coronel Mauro Cid, el ayudante más cercano del expresidente Jair Bolsonaro.
En su momento, el sospechoso «solo seleccionó a oficiales formados en el curso de fuerzas especiales (‘Kids Pretos’), por lo tanto, dotados de técnicas militares útiles para la consumación del golpe de Estado, y asistentes de los generales supuestamente aliados», según detalla la pesquisa.
Las autoridades justificaron su detención por la posibilidad de injerencia en las investigaciones y por el hecho de que se encontraba en una misión en Estados Unidos prevista hasta 2025.
Operativo ambicioso
El arresto se realizó en el marco de una operación lanzada este jueves por la Policía contra el ultraderechista Bolsonaro y varios de sus exministros, asesores y militares supuestamente involucrados en los ataques a Brasilia.
Los otros tres detenidos aquel jueves fueron el exasesor especial Filipe Martins Garcia, el coronel del Ejército Marcelo Costa Câmara, también exasesor, y el mayor Rafael Martins de Oliveira.
Los agentes también fueron a la casa de Bolsonaro en Angra dos Reis, en el estado de Río de Janeiro, y le ordenaron que entregase su pasaporte. Como el documento no estaba en la vivienda, la Policía le dio 24 horas para entregarlo. El ultraderechista, a quien también se le prohibió establecer contacto con el resto de investigados, ya entregó el pasaporte.
Trama compleja
Según las fuerzas del orden, el grupo investigado se dividió en dos «ejes» para intentar socavar el resultado de las elecciones de 2022. El primero construía y difundía informaciones falsas sobre supuestos fraudes en las urnas y hacía hincapié en la «falsa vulnerabilidad del sistema de voto electrónico», mientras que el segundo llevó a cabo acciones de cara a los ataques del 8 de enero, y contó con el apoyo de militares.
Las investigación intenta dilucidar la relación de todas estas personas con los ataques del 8 de enero por hordas de bolsonaristas una semana después de que Lula llegase al poder, y que hicieron tambalear los 38 años pasados desde la redemocratización del país.