El diputado advierte que la pareja presidencial estaría cometiendo actos de corrupción al utilizar medios estatales para propaganda partidaria, repitiendo las mismas prácticas del régimen de JOH.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El diputado y abogado Jorge Cálix lanzó una advertencia directa a la presidenta Xiomara Castro y al expresidente Manuel Zelaya Rosales por el uso del Canal 8, medio oficial del Estado, para transmitir eventos políticos partidarios, lo que —según señaló— constituye un delito.
A través de su cuenta en la red social “X” (antes Twitter), Cálix expresó que promover actividades del Partido Libertad y Refundación (Libre) a través de un canal financiado con recursos públicos es un claro acto de corrupción y abuso de poder.
“Utilizar el canal del Estado para promover un evento político es corrupción. Lo que era malo ayer, sigue siendo malo hoy”, escribió el congresista, en alusión a las prácticas del régimen de Juan Orlando Hernández (2014-2022), que tanto Libre criticó en su momento.
El parlamentario, quien mantiene una relación tensa con la cúpula oficialista, subrayó que Libre está incurriendo en las mismas acciones que condenaba cuando era oposición, repitiendo el patrón de manipulación institucional con fines electorales.
“Son los mismos que los anteriores gobiernos. Por eso se van”, sentenció.
Además, Cálix afirmó que el oficialismo debería comenzar a preparar sus maletas para dejar el poder tras las elecciones de noviembre, confiado en un cambio de gobierno el próximo 27 de enero de 2026.
La denuncia se produce en medio de crecientes críticas hacia el uso de recursos estatales para promover la figura de la candidata oficialista Rixi Moncada y movilizaciones partidarias disfrazadas de actos institucionales, justo cuando el país se aproxima a una contienda electoral clave.
El uso político de medios públicos fue una de las banderas de lucha de Libre durante los años de oposición, pero ahora parece convertirse en una práctica común bajo su gestión, generando señalamientos de doble moral y traición a las promesas de “refundación” del Estado.
