El mayor interés se concentra en Sao Paulo, la ciudad más poblada y motor económico del país.
BRASIL.
(RT)- Los brasileños celebran este domingo la segunda vuelta de las elecciones municipales con Sao Paulo, la ciudad más poblada del país y la más grande de América Latina, como plato fuerte tras una reñidísima primera vuelta.
Esta metrópoli, motor económico del gigante sudamericano, será escenario de un duro duelo entre el candidato respaldado por el presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva y el apoyado por el exmandatario ultraderechista Jair Bolsonaro.
La primera vuelta celebrada el pasado 6 de octubre resultó especialmente fructífera para el llamado ‘centrão’, un grupo de formaciones de centro y derecha que han dominado la política brasileña durante décadas, a través de pactos mucho más pragmáticos que ideológicos, que se impuso en un amplio abanico de ciudades.
Agrupaciones como el Partido Social Democrático (PSD), el Movimiento Democrático Brasileño (MDB) y Progresistas (PP) consolidaron su dominio a nivel local al lograr más del 60 % de las alcaldías en los 5.500 municipios, reafirmando que los formaciones tradicionales mantienen una notable influencia en la política municipal, frente a los dos grandes polos opuestos nacionales: el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula y el Partido Liberal (PL) de Bolsonaro.
En términos de resultados, el PL ganó en el doble de municipios que el PT, con 510 alcaldías frente a 248. El partido de Bolsonaro se hizo con dos capitales de estado, mientras que el PT no logró ninguna. De los 103 municipios con más de 200.000 votantes, en los cuales era necesario alcanzar el 50 % de los votos para evitar el balotaje, solo 51 van a segunda vuelta, incluidas 15 capitales.
El petismo y el bolsonarismo se enfrentan este domingo directamente en dos capitales: Cuiabá, en el estado de Mato Grosso, y Fortaleza, en Ceará. Además, apoyan a candidatos de otros partidos en el resto de las capitales y grandes ciudades, que también van al balotaje.
Sao Paulo, el escenario principal
Todas las miradas están puestas en Sao Paulo, la ciudad más codiciada en estas elecciones, y considerada por muchos un preludio de las elecciones nacionales de 2026.
La contienda se da entre Ricardo Nunes y Guilherme Boulos, quienes obtuvieron el 29,48 % y el 29,07 % de los votos en la primera vuelta, respectivamente. Esta diferencia mínima convierte el balotaje en una verdadera batalla decisiva para ambos bloques.
Ricardo Nunes, actual alcalde derechista del Movimiento Democrático Brasileño (MDB), aliado con Bolsonaro, enfocó su campaña en temas de orden y seguridad, y prometió continuidad y estabilidad para la ciudad. Por su parte, Guilherme Boulos, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), próximo a Lula, abogó por una agenda de transformación social para la ciudad, centrada en vivienda, educación y acceso a servicios básicos.
Los votos de Pablo Marçal, un polémico multimillonario autor de libros de autoayuda que con el pequeño Partido Renovador Laborista Brasileño (PRTB) consiguió un 28,14 % en la primera vuelta, serán vitales en esta elección, ya que se quedó fuera por un estrecho margen.
El apagón paulista
El contexto electoral en Sao Paulo ha estado condicionado por un apagón que, a principios de octubre, dejó sin electricidad a más de tres millones de usuarios en la capital y su área metropolitana debido a un temporal de lluvias y vientos fuertes.
La crisis energética dominó la agenda política en la última semana de campaña, con ambos candidatos utilizando la situación como un eje central de sus mensajes. Boulos criticó la falta de mantenimiento en los espacios públicos, especialmente la poda de árboles, como una de las causas que agravaron los efectos del temporal y afectaron el suministro eléctrico.
Nunes, por su parte, dirigió sus críticas al gobierno federal y a la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel), acusándolos de no anticiparse ni tomar medidas preventivas para proteger la infraestructura de la ciudad.
La ausencia de Lula
La recta final de la campaña también estuvo marcada por la ausencia de Lula, quien sufrió una caída en el baño del Palacio de la Alvorada, su residencia oficial, el pasado fin de semana, lo que le provocó una lesión en la cabeza que requirió cinco puntos de sutura.
Según comunicó un aliado del presidente, los médicos catalogaron la lesión como «grave». Esta situación generó preocupación entre los votantes e impactó en la campaña de Boulos, quien contaba con la presencia del mandatario para fortalecer su candidatura en la capital económica del país.