Los jefes de Estado y de Gobierno de los diez países que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) condenaron este miércoles, en una cumbre virtual extraordinaria, el «despliegue militar» de EE.UU. en «aguas del Caribe», cerca a Venezuela.
En un comunicado, Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Granada y Santa Lucía advirtieron que «el despliegue militar estadounidense en aguas del Caribe, disfrazado de operaciones antidrogas, representa una amenaza a la paz y a la estabilidad de la región y constituye una violación flagrante del derecho internacional».
Los diez gobernantes de la alianza, que se reunieron por videoconferencia durante casi dos horas y media, señalaron también que «las órdenes del Gobierno de los Estados Unidos de desplegar fuerzas militares bajo pretextos falsos» tienen «la clara intención de imponer políticas ilegales, injerencistas y contrarias al orden constitucional de los Estados de América Latina y el Caribe».
Por tanto, exigieron el cese inmediato de «cualquier amenaza o acción militar que vulnere la integridad territorial y la independencia política» de la región.
En el encuentro participaron los mandatarios de Cuba y Bolivia, Miguel Díaz-Canel y Luis Arce, respectivamente, así como los copresidentes de Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murillo, entre otros.
Maduro lidera la reunión de los presidentes de la ALBA
La reunión extraordinaria de los presidentes de la ALBA tuvo como motivación las «fuerzas oscurantistas» de EE.UU., según dijo el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien encabezó la reunión desde Caracas.
En la introducción del encuentro, el mandatario chavista hizo un llamado a la «unión de todos los pueblos rebeldes, de todos los movimientos sociales» de América Latina, el Caribe, de EE.UU., de África y «más allá, en defensa del derecho del pueblo venezolano a la soberanía, a la paz, a la autodeterminación y a su futuro, a su propio desarrollo».
Maduro aseguró que la región atraviesa una «coyuntura de frenesí enloquecido de amenazas» por parte de los que «se creen dueños del mundo» y «los que creen» que América es su «patio trasero».
«Creen que solo una palabra de ellos basta para que los pueblos rindan sus banderas y entreguen su tierra y su patria», expresó el jefe de Estado, quien condenó las «últimas amenazas contra la soberanía y la paz de Venezuela».
Ante estas acciones, Maduro reiteró el llamado a su país a la «unión nacional», con el fin de «garantizar la paz» de Venezuela «con soberanía, con integridad territorial y con respeto a la autodeterminación de los pueblos».
Cuba califica como «fuerza imperial» el despliegue de EE.UU.
Por su parte, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, denunció como «una nueva demostración de fuerza imperial» la supuesta presencia militar de Estados Unidos en el sur del mar Caribe y calificó de «falso y desproporcionado» el argumento de que sea para combatir al narcotráfico.
Al intervenir en la XIII Cumbre extraordinaria de la ALBA, Díaz-Canel afirmó que es una acusación «mendaz» de EE.UU. contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, la que pretende relacionarlo con el narcotráfico.
«El imperialismo en el despliegue de su ofensiva hegemonista y agresiva, evidencia que no tiene intención de detenerse ante los límites que le impongan el Derecho Internacional, la Carta de las Naciones Unidas, y décadas de resoluciones y declaraciones regionales y universales contra la coerción, la amenaza, la injerencia en los asuntos internos de los Estados y la intervención», recalcó.
Además hizo un llamado «a todos los pueblos del mundo a condenar la irracional arremetida de la Administración Trump» y a enfrentar sus «amenazas» con la «lucha conjunta, la solidaridad y la unidad inquebrantable como escudos».
Bolivia dice que Latinoamérica debe «resistir» al «fascismo»
En ese mismo sentido, el presidente de Bolivia, Luis Arce, sostuvo en la reunión que los pueblos de Latinoamérica deben prepararse para «resistir y vencer» al «fascismo» que acecha a la región.
«No hay duda, el fascismo nos acecha y los pueblos de América Latina debemos prepararnos para resistir y vencer», sostuvo el presidente boliviano.
Arce expresó que su Gobierno «se suma a la posición del ALBA para rechazar toda forma de injerencia y para reiterar que América Latina son y deben seguir siendo una zona de paz».
«La verdadera seguridad de nuestros pueblos no se construye con la presencia de buques de guerra ni con el despliegue de tropas extranjeras, sino con más integración, más justicia social, más democracia y más soberanía», dijo.
También sostuvo que el bloque bolivariano «debe reafirmarse como un bastión de resistencia y de esperanza» y ser «una voz unida que diga al mundo» que los pueblos de Latinoamérica «no aceptarán imposiciones ni amenazas».
«Estamos aquí para reafirmar que la dignidad no se negocia, que la soberanía no se cede y que la paz no se militariza», agregó.
Además, consideró que la «fallida guerra internacional» de Estados Unidos contra las drogas oculta «su interés real» que es «controlar geopolíticamente a América Latina» para hacerse de sus recursos naturales.
La amenaza de EE.UU. a Venezuela
La Alianza, fundada en 2004, está conformada por Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Granada y Santa Lucía.
El bloque de la ALBA se convocó un día después de que la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijera que EE.UU. está preparado para «usar todo su poder» para frenar el «flujo de drogas hacia su país», luego de que le preguntaran sobre el despliegue de tres buques con 4.000 soldados en las aguas del Caribe cerca de Venezuela.
Ante preguntas sobre el envío de las tropas, Leavitt respondió en una rueda de prensa que el presidente estadounidense, Donald Trump, «está preparado» para frenar el narcotráfico y «llevar los responsables ante la Justicia».
Con información de EFE