- Bajo la presidencia del Congreso Nacional, el legislador afín a Libre ha manejado más del 50% de todos los fondos comunitarios distribuidos desde 2006. El CNA advierte: no hay trazabilidad ni control ciudadano.
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
El Congreso Nacional de Honduras, bajo la presidencia de Luis Redondo (2022–2025), ha administrado más de 3,385 millones de lempiras en fondos comunitarios, convirtiéndose en la gestión con más recursos canalizados sin mecanismos sólidos de fiscalización desde 2006, de acuerdo con el informe “Tras la pista de los fondos fantasma” publicado por el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA).
Según el CNA, esta cifra representa más del 51% del total de fondos similares manejados por el Legislativo en los últimos 19 años, que suman L6,583 millones.
La mayoría de estos recursos no estaban incluidos en la propuesta inicial del Presupuesto General de la República, sino que fueron agregados por los propios diputados, alertó el organismo.
Durante esta legislatura, el Congreso habilitó dos mecanismos paralelos para canalizar estos fondos: las tradicionales subvenciones y un nuevo instrumento denominado “Fondo Social”, supuestamente destinado a pequeñas obras de infraestructura y ayuda social.
No obstante, la falta de rendición de cuentas y supervisión hace imposible verificar si estos recursos llegan efectivamente a las comunidades.
“No existe un sistema sólido de verificación ni control ciudadano”, subraya el CNA, lo que incrementa el riesgo de uso discrecional o proselitista, especialmente en un contexto preelectoral como el de 2025.
Los llamados fondos fantasmas son definidos como recursos públicos entregados a los diputados con poca o nula supervisión, sin auditorías claras ni participación ciudadana, y cuya trazabilidad se pierde una vez que salen de las arcas del Estado.
Luis Redondo —electo con el apoyo de Libre y el coordinador general Manuel Zelaya— ha superado con creces a sus antecesores en cuanto a volumen de fondos distribuidos.
Durante el periodo de Roberto Micheletti (2006–2009) se manejaron L1,465 millones, Juan Orlando Hernández (2010–2013) L1,200 millones, y Mauricio Oliva apenas L532 millones entre 2018 y 2021.
Además, la historia reciente del Congreso está plagada de escándalos relacionados con este tipo de recursos. Entre ellos destacan los casos “Red de Diputados” y “Arca Abierta”, revelados por la MACCIH, que demostraron cómo decenas de millones fueron desviados bajo esquemas similares de “ayuda social”.
El informe concluye con una advertencia categórica: “La ausencia de controles ha sido una constante, sin importar el periodo legislativo o el partido político en el poder”.
A pesar de manejar recursos que equivalen a más de 267 millones de dólares, el Congreso Nacional continúa sin adoptar mecanismos reales de transparencia. La concentración de fondos en manos de los legisladores, sin reglas.
