El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reclamó un mayor compromiso de los países ricos para mitigar los impactos de la crisis climática, durante su intervención en la cumbre del G20 en Nueva Delhi.
“Quienes históricamente han contribuido más al calentamiento global deben soportar los mayores costos de combatirlo”, dijo Lula, recordando la promesa incumplida que acordaron hace catorce años los países desarrollados para proporcionar 100.000 millones de dólares al año en financiación climática nueva y adicional a las naciones en desarrollo.
El mandatario brasileño aseguró que este incumplimiento no respondía a una falta de recursos, y lamentó que el mundo hubiese gastado “2.240 millones de dólares en armas” en 2022, cuando “esta montaña de dinero podría canalizarse hacia el desarrollo sostenible y la acción climática”.
En este sentido, Lula recalcó la necesidad de actuar con urgencia para reducir los impactos de la crisis climática, que no son igual de dañinos en todos los países, e insistió en que los Estados desarrollados debían dejar de transferir sus responsabilidades al sur global en lo relativo a la crisis climática.
Para atajar esta emergencia, anunció que su país lanzará un Grupo de Trabajo para la Movilización Global contra el Cambio Climático cuando asuma la presidencia del G20 el próximo 1 de diciembre.
Un esfuerzo que debe complementar los objetivos alcanzados durante las Cumbres del Clima, como la que tendrá lugar en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) el próximo noviembre, con el objetivo de alcanzar en 2025 “una agenda climática equilibrada entre mitigación, adaptación, pérdidas y daños y financiación” para asegurar la sostenibilidad del planeta.
Con información de EFE