- El consejero del CNE advierte que no aceptará intromisión en los resultados preliminares y critica el modelo del TREP como una herramienta para repetir fraudes como en 2013 y 2017
TEGUCIGALPA, HONDURAS.
En una comparecencia tensa ante el Congreso Nacional, el consejero propietario del Consejo Nacional Electoral (CNE), Marlon Ochoa, lanzó una advertencia contundente sobre posibles intentos de fraude en las elecciones generales de 2025, al tiempo que denunció presiones e irregularidades dentro del ente electoral.
Durante su intervención, Ochoa recordó que la Ley Electoral establece que la divulgación de resultados preliminares debe ser aprobada por consenso unánime de los tres consejeros del CNE, y advirtió que no aceptará ninguna imposición o intromisión política que vulnere ese principio legal.
“El pueblo no permitirá que se le imponga un fraude electoral como en 2013 y 2017. Ese modelo no puede ser aceptado”, declaró Ochoa.
“Vamos a seguir luchando hasta que se respete la ley y hasta que revirtamos cualquier intento de regresión democrática”, añadió.
El consejero fue enfático al rechazar el modelo de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) promovido por las consejeras Cossette López (Partido Nacional) y Ana Paola Hall (Partido Liberal), el cual —según dijo— pretende centralizar y manipular actas desde Tegucigalpa, despojando de autoridad a las Juntas Receptoras de Votos (JRV).
“La Ley Electoral en ninguna parte dice que antes de que se divulgue un resultado debe intervenir un humano. Eso es una intromisión y una usurpación de funciones. Solo las Juntas Receptoras pueden certificar los resultados”, explicó, señalando que el modelo que pretenden imponer sus colegas viola el artículo 279 de la Ley Electoral.
Ochoa denunció que el Congreso se ha convertido en un espacio hostil hacia los consejeros que denuncian irregularidades.
Aseguró que fue objeto de intentos de agresión física durante su intervención, además de calificar como “actitudes clasistas” las expresiones de la consejera López, quien habría llamado “turba” al pueblo.
Aun así, el funcionario se mostró dispuesto a participar en cualquier espacio de discusión técnica sobre el sistema TREP, siempre que el objetivo sea armonizarlo con la legalidad y no imponerlo como instrumento de control político.
“Mi compromiso es con la transparencia, la legalidad y una democracia real. No repetiré los errores del pasado. No permitiré la manipulación del voto del pueblo hondureño”, concluyó.
Las declaraciones de Ochoa elevan la temperatura del ya tenso ambiente político, al poner sobre la mesa acusaciones de intento de fraude, manipulación institucional y resistencia a la legalidad dentro del propio órgano electoral.
En un contexto donde la confianza ciudadana en las elecciones ya es precaria, el señalamiento de uno de los consejeros del CNE revive los fantasmas de los fraudes pasados y pone en alerta a la sociedad hondureña.