TEGUCIGALPA, HONDURAS.
Carlos Fonseca, representante de la empresa de transporte Ingeniería Logística y Transporte S. de R.L., se presentó este miércoles a los juzgados de Criminalidad Organizada, Medio Ambiente y Corrupción, a fin de responder a las acusaciones que pesan sobre su compañía, en el proceso de las elecciones primarias.
Fonseca aseguró que su empresa cumplió con todos los requerimientos estipulados en el contrato firmado con el Consejo Nacional Electoral (CNE).
«Estoy dando la cara en este momento», dijo Fonseca, quien insistió que todo se realizó conforme a lo pactado.
Agregó: «Estamos tranquilos, hemos cumplido con lo que correspondía».
Fonseca negó que hubiese fraude y expuso que los retrasos no fueron responsabilidad del transporte.
El empresario aseveró que los vehículos ingresaron al Centro Logístico Electoral, desde el sábado previo al día de las elecciones, y que hubo supervisión por parte del CNE: «Hay cámaras y estaba su gente. Que digan que no sabían deja mucho que decir de sus autoridades».
«El atraso se atribuye a que la maleta electoral se tardó, no fue culpa del transporte», indicó, refiriéndose a las demoras previas en la preparación de los paquetes electorales.
Fonseca también defendió a los conductores, quienes, según él, fueron los verdaderos héroes del proceso.
«Nunca abandonaron los vehículos, siempre estuvieron ahí», dijo Fonseca, rechazando cualquier intento de culpar a los transportistas por problemas ajenos a su responsabilidad.
Insistió en que las maletas fueron cargadas de manera confusa, posiblemente de forma intencional, y cuestionó la falta de investigaciones a los custodios y militares asignados.
«No se puede culpar al transporte por los problemas dentro del proceso», completó.
«Nosotros solo pusimos las unidades a disposición y seguimos las instrucciones», señaló.
Aclaró que el CNE debía garantizar la correcta logística del proceso, y no su empresa.
Fonseca también hizo alusión a la filtración prematura del contrato de su empresa, lo cual, según él, afectó la seguridad y reputación tanto de él como de su familia.
El empresario expuso su temor por una campaña en su contra: «Divulgaron el contrato, violando cláusulas de confidencialidad. Esto fue producto de gente dentro del CNE que quiere hacerme daño».
«El contrato fue firmado el 18 de marzo, pero ya se había filtrado antes», lamentó.
Esto, según el empresario, ha sido una de las principales fuentes de su malestar, pues la divulgación no autorizada de información sensible ha generado incertidumbre en su entorno.
El empresario expresó su confianza en la justicia y la imparcialidad del proceso. «Estamos con la frente en alto. Hemos cumplido con nuestro trabajo», afirmó, pidiendo que las autoridades responsables actúen con transparencia y justicia.
Para él, lo más importante es que se haga lo correcto y que se esclarezca la situación sin que se le carguen responsabilidades injustas. «Espero que la justicia se aplique como debe ser», concluyó, dejando claro que está dispuesto a defender la integridad de su empresa y de su equipo ante cualquier acusación.
Durante la entrevista, Fonseca confirmó a periodistas que Óscar Aguilera, su socio, es fundador de Libre e hijo de un reconocido militante del partido.
Sin embargo, negó que su relación comercial tuviera fines políticos: «Nos dedicamos a prestar servicios de transporte».
Sobre Bernardo Aguilera (hermano de Óscar y empleado del CNE), Fonseca declaró no conocer su rol exacto, pero apuntó que la crisis electoral responde a una «guerra interna entre partidos».
Carlos Fonseca solo atendió a la prensa a su llegada a los juzgados y abordó su vehículo acompañado de su abogado.
Minutos después, su representante legal, Teodoro Bonilla, informó que Fonseca sufrió una descompensación debido a bajos niveles de azúcar en la sangre, por lo que fue trasladado de inmediato a un centro hospitalario para recibir atención médica.
